Desde el pico máximo de mediados de junio, la ocupación de camas de terapia intensiva con pacientes con coronavirus inició una constante curva descendente, pero en la última semana se detuvo.
La circulación comunitaria de la variante Delta y el freno en el ritmo de vacunación de segundas dosis son dos grandes razones que explican esta situación.
De acuerdo con los datos informados este jueves por el Ministerio de Salud, en todo el país hay 606 personas internadas en estado crítico, apenas un 7,6% de las 7969 del pico máximo de la pandemia, registrado el 14 de junio. Sin embargo, el dato que enciende las alertas es que la baja, que se mantenía constante, se detuvo y podría comenzar a crecer.
Si bien el ritmo de vacunación de la Argentina con una dosis es elevado en comparación con otros países (superó a Brasil, Reino Unido, Israel, Alemania y Estados Unidos), aún hay 8,3 millones de personas por completar el esquema con la segunda. El 75,7% de la población ya recibió la primera y el 57,6% ambas. Además, ya hay 165.130 inoculados con un suero adicional.
El dato alentador es que los fallecimientos no crecieron en las últimas semanas y los especialistas lo atribuyen a la vacunación, que no previene los contagios, pero sí disminuye los cuadros de extrema gravedad.