El sector ganadero está en guardia ante los embates de una parte de la sociedad que tiene en la mira a la producción de carne como una de las grandes responsables del calentamiento global. Una de las manifestaciones de esa tendencia es la iniciativa “Lunes sin carne”, que ya fue lanzada hace más de diez años nada menos que por el ex Beatle Paul Mc Cartney y su mujer y que tiene millones de adeptos en todo el mundo. La idea de fondo es reducir el consumo de carne para hacer un pequeño aporte personal contra el impacto ambiental de la ganadería.
Se borró
Pero en los últimos días se encendió la polémica en el plano local porque se lanzó la versión argentina, titulada “los lunes verdes” pero con el mismo lema de reemplazar proteínas animales por vegetales. La iniciativa fue promovida mediante un video en el que participó el Ministro de Ambiente, Juan Cabandié, que por alguna razón ya no está disponible.
Tal vez alguien en el Gobierno haya reparado en la contradicción que significaba tener a un ministro promoviendo una reducción en el consumo de carne, amparado en una acusación hacia el sector productivo, en un país que tiene a la ganadería como su actividad más federal, importante generadora de divisas y trabajo y, además, bajo un sistema que captura casi tanto carbono como el que emite.
Emisiones
“En nuestro país, el aporte de la ganadería vacuna a las emisiones totales del planeta es de solo 0,15 %. Se destinan aproximadamente 65 millones de hectáreas a la ganadería, tierras que no son aptas para la producción de otro tipo de alimento para el hombre. El uso de un área de tierra tan significativa a través del pastoreo implica que el secuestro de carbono (CO2) atmosférico en el suelo es más relevante de lo que se pensaba anteriormente”, remarcó al respecto un informe difundido por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
Y agrega: “La energía utilizada por el ganado para vivir deriva de la fijación de CO2 a través de la fotosíntesis por parte de las especies forrajeras que consumen. El CO2 permanece en la atmósfera por mucho más tiempo que el metano producido en la digestión de los alimentos por los vacunos. Por lo tanto, si bien el valor de emisión del metano es mayor, cuya magnitud es motivo atcualmente de revisión, al permanecer menos tiempo resulta en un efecto ambiental neto menor”.
Alimento de alta calidad
Respecto a las afirmaciones que favorecen una ingesta baja de carne, el Ipcva afirma que estas son cuestionadas científicamente ya que la carne es un alimento de alta calidad bien conocido por los seres humanos rico en nutrientes esenciales, como los aminoácidos de alto valor nutritivo que nuestro cuerpo no puede sintetizar en las cantidades adecuadas, EPA (ácido eicosapentanoico), DHA (ácido docosahexaenoico) omega-3, hierro hem, vitaminas B12 y D3, creatina, carnosina, taurina, particularmente importante en el desarrollo cerebral de los bebés.