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martes, octubre 22, 2024
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Piden recopilación de datos inclusiva para acabar con la violencia de género en la vejez

“El uso de encuestas específicas sobre la violencia de género contra las mujeres mayores es fundamental para superar los problemas existentes de subregistro. Las encuestas y todos los demás métodos de recopilación de datos deben ser inclusivos y accesibles para las mujeres mayores, incluidas aquellas con discapacidad”, señalan expertos en derechos humanos.

De la Redacción de EL NORTE
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Expertos en derechos humanos piden una recopilación de datos inclusiva para acabar con la violencia de género en la vejez.

La falta de datos y de información fiable sobre el alcance de la violencia de género en esta etapa es un obstáculo importante para abordar eficazmente la grave violación de los derechos humanos en todas las sociedades, afirmó ayer un grupo de expertos y expertas en derechos humanos de la ONU.

Entre ellos se encuentran Claudia Mahler, Víctor Madrigal-Borloz, Dorothy Estrada Tanck, Ivana Radačić, Elizabeth Broderick, Meskerem Geset Techane y Melissa Upreti, Gerard Quinn, Ana Peláez Narváez y Margarette May Macaulay. Los especialistas de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a título individual.

ENCUESTAS QUE EXCLUYEN

En vísperas del Día Mundial de Concienciación sobre el Maltrato a las Personas Mayores, el equipo advirtió que, aunque se dispone de estadísticas sobre la violencia contra las mujeres, principalmente en relación con la violencia en la pareja y la violencia sexual, la mayoría de las encuestas suelen excluir de su muestra a las mujeres mayores de 50 años.

Según los expertos, esto hace invisibles las realidades vividas por las mujeres mayores y no aporta pruebas de los retos a los que se enfrentan. Este vacío de información también hace que sea imposible para los Estados supervisar sus progresos en el cumplimiento de sus obligaciones de derechos humanos.

“La discriminación por motivos de edad contribuye a aumentar el riesgo de violencia y malos tratos que sufren las mujeres mayores, especialmente con discapacidad, incluida la violencia física, psicológica, verbal y económica, así como el aislamiento social y la exclusión”, declararon en un comunicado.

RIESGOS

“Desde problemas de salud, como la menopausia, hasta problemas económicos, como pensiones más bajas, carga de trabajo informal de cuidados o ausencia total de ingresos, las mujeres mayores se enfrentan a riesgos específicos de discriminación y abuso”, añadieron.

El grupo insta a revisar los protocolos de desglose existentes para los datos sobre violencia de género a fin de abordar eficazmente el problema, y promover la generación de los datos sobre mujeres mayores en toda su diversidad por grupos de edad de cinco años.

“El uso de encuestas específicas sobre la violencia de género contra las mujeres mayores es fundamental para superar los problemas existentes de subregistro. Las encuestas y todos los demás métodos de recopilación de datos deben ser inclusivos y accesibles para las mujeres mayores, incluidas aquellas con discapacidad”, señalaron.

ADULTAS MAYORES, SUJETOS DE DERECHOS

Las personas mayores enfrentan una situación de abandono social y precariedad económica, que se suma a la desigualdad de género existente también en este grupo poblacional. Existe una brecha del 13% entre las jubilaciones promedio que perciben las mujeres y los varones.

Por otra parte, al hablar de mujeres mayores se las considera como “abuelas”, asumiendo a la mujer en el rol como madre, ligada a la idea de hogar y asumida a partir del rol de cuidadora. Esto implica un trabajo invisibilizado y no remunerado, que se vio incrementado durante el período de pandemia, donde muchos chicos y chicas se quedaron en sus casas. En muchos casos las personas mayores son las que necesitan los cuidados, y también son mujeres las que están a cargo. Las adultas mayores son sujetos de derechos; por eso, el gerofeminismo propone defender los derechos de las mujeres y diversidades en la vejez, y derribar los estereotipos sociales y culturales heredados.

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