Estos espacios exteriores pero contenidos, cumplen en muchos casos un rol crucial en la configuración y organización de la planta de los proyectos. En ciertos casos pueden funcionar a modo de pulmón central, aglutinando los espacios en su perímetro. También pueden concebirse como elementos organizadores de los recorridos o como espacios articuladores, conectando y a la vez dividiendo los distintos sectores del proyecto.
Los patios interiores se caracterizan por ser zonas descubiertas, localizadas en el interior de los edificios y con sus perímetros delimitados por paredes o galerías. Numerosas ventajas, tales como el ingreso de luz natural, la mejora de las condiciones de ventilación y la posibilidad de potenciar la conexión con la naturaleza sin que esto implique una pérdida de la privacidad, han generado que este recurso se transforme en una solución efectiva para muchos planteos arquitectónicos.
Sistema de patios, galerías y logias pueden configurar una organización espacial para capturar y convivir con los rasgos característicos del paisaje, proponiendo una relación continua entre el interior y el exterior. La volumetría puede articular varias plantas, conformando un núcleo abierto donde se desarrolle un patio central que ofrezca iluminación y ventilación a las diversas zonas de la casa.
Espacios intermedios y patios se utilizan para regular climas extremos, organizando solo en planta baja y se articula en función de un patio central que a la vez conforma el ámbito de ingreso principal y permite ventilaciones cruzadas. Otros recursos utilizados son espejos de agua, terreno natural y vegetación. Estos elementos proyectan en el interior una atmósfera de calma e intimidad.
Estos espacios funcionan en colaboración para ventilar los espacios, ya que cuando el volumen de aire del patio central se eleva por un aumento de temperatura, provoca vacío y absorbe los beneficios ambientales del jardín perimetral a través de los espacios interiores de la casa.
También se trabajan los patios como barreras visuales, garantizando la entrada del Sol y la privacidad. Otros proyectos proponen en planta baja que todos los ambientes rodeen al espacio exterior, logrando que el proyecto no necesite abrirse hacia el frente.
A continuación, proyectos en Argentina donde los patios interiores adquieren un gran protagonismo.
Esta casa se define mediante dos plantas de alto contraste. En la planta alta se ubican los espacios íntimos, mientras que en la planta baja se ubican los espacios sociales. Aquí, un vacío central separa funcionalmente la cocina del estar, fragmentando el programa pero incrementando la continuidad visual de la planta baja.
Se trata de vivienda contenida en un prisma puro organizada sobre una grilla modular de 1×1 m. En ella, se planteó la distribución de los espacios en torno a un patio central, el cual no solo contribuiría a iluminar las circulaciones interiores sino también –por su disposición en planta- a generar ventilaciones cruzadas a través de todos los locales de la vivienda.
El proyecto resuelve el programa para una vivienda en un barrio privado en la provincia de Buenos Aires. Esta se organiza en dos naves perpendiculares entre sí, que en su interrupción y desfasaje van generando diferentes tipos de patios y galerías, evadiendo y preservando varios ejemplares de árboles antiguos que se relacionan con el espacio arquitectónico propuesto.