La organización de elecciones en medio de la pandemia será un desafío hasta último minuto. No es ninguna novedad, pero cada vez que la situación sanitaria amenaza con agravarse las luces se encienden en modo alerta. Es por eso que tanto desde el Gobierno como desde la Justicia Electoral se empezó a seguir con atención la irrupción de los primeros casos de la variante Delta y el temor de que se convierta en un rebrote de contagios, más allá de los empeños en aplicar la vacuna a la mayor cantidad de ciudadanos posibles.
Por lo pronto, está claro que la postergación de las PASO y las generales a septiembre y noviembre, respectivamente, fue una forma de buscar dar más tiempo a que el operativo vacunación siguiera incrementándose. Pensar en suspender o modificar nuevamente la fecha de la elección no es algo que se esté barajando ante la nueva variante de Covid, confirmaron a Infobae las fuentes consultadas. Esa decisión, además, sería exclusiva potestad del Congreso Nacional. Los comicios se llevan adelante en todo el país al mismo tiempo y sin posibilidad de sectorizar en zonas que puedan estar más afectadas por la circulación del virus
Frente a eso, lo único que pueden hacer desde el Ejecutivo y la Justicia Electoral es buscar garantizar que se cumplan con las medidas de prevención para disminuir los riesgos de cara a los sufragios. “La vacunación está avanzando con más de 30 mil aplicaciones diarias”, insisten desde el Ejecutivo. “Los equipos están enfocados en que se mantenga la situación bajo control”, resaltaron.
Desde la Justicia Electoral, en tanto, solo son observadores de lo que decidan las autoridades nacionales en materia sanitaria. El proceso ya abrió la lista de largada el sábado pasado con la inscripción de los precandidatos y los jueces electorales ya comenzaron a hacer los primeros controles. (INFOBAE)