“Si no acordamos el lunes, vamos a estar profundizando el plan de lucha”, adelantó Abel Furlán, líder del sindicato metalúrgico. Hoy habrá una nueva audiencia con las cámaras del sector metalmecánico. Mañana será el turno de negociar con siderúrgicos, el otro escenario marcado por una fuerte tensión.
De la redacción de EL NORTE
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Este lunes se reanudará la conflictiva discusión salarial entre la Unión Obrera Metalúrgica y los empresarios del sector metalmecánico (rama 17), representados por las cámaras Camima, Afarte, Caiama, Fedehogar, AFAC y Adimira. El encuentro se concretará bajo un clima de tensión, y con una dura advertencia del conductor de UOMRA: “Vamos a hacer todo el esfuerzo para encontrar el acuerdo que los trabajadores y trabajadoras merecen. Pero que no se equivoquen los señores empresarios, que no se dejen apretar por el Grupo Techint: si no acordamos el lunes, vamos a estar profundizando el plan de lucha”, afirmó Abel Furlán.
El dirigente negó que “haya voluntad negociadora de la parte empresaria” y acusó al empresariado de demostrar “una total insensibilidad frente a la escalada de precios de los últimos meses que deterioró el poder adquisitivo de los trabajadores metalúrgicos”.
El sindicato exige un aumento salarial del 35% a partir de febrero y la incorporación de una cláusula gatillo para activar mes a mes en función de los datos del Indec. Los empresarios se niegan a acceder a esa exigencia.
Para Furlán, los empresarios muestran “una total insensibilidad frente a la escalada de precios de los últimos meses”.
Mañana martes, en tanto, la UOM tendrá audiencia con la Cámara Argentina del Acero (rama 21), tras la escalada de paros y la masiva movilización que tuviera lugar la semana pasada en esta ciudad.
“Que entienda el Grupo Techint que no puede pisotear la dignidad de los trabajadores y las trabajadoras. Que no crean que tienen la sartén por el mango y que eso es algo que les permite atropellar a sus trabajadores. Sabemos que hoy tienen la suma del poder público, porque hoy este grupo empresario es parte del Gobierno nacional, donde tiene más funcionarios que la propia fuerza política que ganó las elecciones. Fueron a quedarse con el Ministerio de Trabajo, porque desde ahí pretenden disciplinar a todo el movimiento obrero”, aseguró Furlán.