La oposición presentará hoy un proyecto de ley para declarar a la educación como servicio estratégico esencial. El texto, que elaboró el diputado nacional Alejandro Finocchiaro, busca que las escuelas estén abiertas todos los días que establece el ciclo lectivo, incluso en aquellas jornadas en las que haya un paro docente.
“Declarar la Educación como Servicio Estratégico Esencial en todos los niveles y modalidades comprendidos en la obligatoriedad escolar, para garantizar la protección y promoción integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes en el cumplimiento efectivo del ciclo lectivo completo”, dice el artículo 1 del proyecto de “Ley de continuidad del aprendizaje y derechos que protege la escuela”.
De ese modo, el sistema de educación obligatoria nacional -desde nivel inicial hasta la secundaria- pasaría a ser considerado un servicio esencial al igual que los hospitales, la producción y distribución de agua potable, energía eléctrica y gas, y el control del tráfico aéreo. Eso implica que se debe garantizar una prestación de servicios mínimos para evitar su interrupción.
Según un informe del sindicato Seduca, desde la recuperación de la democracia a la fecha, hubo 1092 días en los que al menos una provincia se vio afectada por una huelga docente. La sumatoria da 6 ciclos lectivos enteros de 180 días de clase. En el último lustro, provincias como Santa Cruz o Chubut no tienen un año escolar regular por el conflicto permanente entre los gremios y las gobernaciones.
“Tenemos que poner en crisis que determinados gremios puedan hacer 25 paros en un año. Eso está mal. Debe haber una causa extremadamente grave para convocar a una huelga. No me cabe duda que entre el derecho a la educación y el de la huelga, yo estoy a favor del derecho a la educación. Los únicos beneficiados del sistema educativo deben ser los chicos”, señaló Finocchiaro.
Para garantizar la continuidad del servicio educativo, el proyecto de ley contempla la creación de guardias mínimas, que deben incluir al 50% de los directivos, docentes y auxiliares. “Los directivos cuando hacen la planificación anual ya deberían tener asignado a qué docente le toca cada guardia. Cuando haya un paro, no va a ser un día normal de clase, pero los chicos van a estar en la escuela y con docentes. Va a haber actividad escolar”, explicó el ex ministro de Educación.
El proyecto exige como mínimo el cumplimiento del calendario escolar. En caso de un imponderable -inclemencias climáticas, problemas de infraestructura y otros imprevistos- prevé que los días deben recuperarse en las vacaciones de invierno o en diciembre. “Como mínimo el ciclo lectivo tiene que cumplirse. De ahí en más la escuela puede abrir sábados, domingos, feriados, vacaciones, con actividades extracurriculares”, agregó Finocchiaro.
El diputado citó el caso de Ecuador. El ex presidente Rafael Correa quitó el derecho a la huelga docente en pos de que los chicos estén todos los días en la escuela. “Nosotros no cercenamos el derecho a huelga, pero sí se lo regula con la lógica de cumplir los derechos de los chicos. Dentro del ámbito escolar el niño es el más desprotegido. Nadie es paritario de los chicos en una mesa de negociación. Por eso tenemos que ser nosotros, los representantes de la gente, los que los protejamos”, planteó
Finocchiaro sucedió a Esteban Bullrich al frente del ministerio de Educación durante la presidencia de Mauricio Macri. Consultado sobre por qué no impulsó este proyecto por entonces, aseguró que no estaban dadas las condiciones. “La pandemia actuó como el gran constructor de este escenario en el que se pueden discutir estas cosas. Cuando hacías encuestas de cuáles eran los problemas que preocupaban a la gente, respondían inflación o inseguridad. La educación llegó a estar en el lugar 11. Hoy eso cambió″, sostuvo.
En Juntos por el Cambio dan por descontado que no será fácil que avance el proyecto en el Congreso. Lo presentarán hoy en mesa de entradas y luego lo girarán a las comisiones de Educación, Trabajo, Legislación General y Asuntos Constitucionales. La oposición intuye que el Frente de Todos se opondrá, pero pretenden sumar adhesiones de la comunidad educativa y, de ese modo, empujar la propuesta. Ya tuvieron conversaciones con Padres Organizados y colectivos de docentes que están preocupados por los déficits con los que los chicos regresaron tras el cierre de escuelas.
“A los que tenemos vocación docente nos duele que a los chicos les vaya mal. Estamos en un momento en que Argentina necesita tomar decisiones difíciles. El lugar de los chicos es la escuela y la educación debe ser un derecho básico y esencial. Las sociedades más desarrolladas del mundo lo son porque son sociedad educadas. Las escuelas cerradas son una tragedia y no solo educativa. También garantizan el derecho a la salud integral porque seguramente allí se advierta que un chico es maltratado, que es abusado o que está cerca de la desnutrición. También garantiza que aprende a relacionarse con sus pares y también las rutinas familiares están organizadas en torno a la escuela. No pueden estar cerradas por una huelga”, cerró Finocchiaro.