Se multiplican los delitos cibernéticos, las estafas telefónicas y los “cuentos del tío”. Varían las modalidades en busca de sorprender a las personas en su buena fe. Un hecho insólito tuvo lugar en San Pedro donde extorsionaron a un hombre para no hacerle una “brujería”.
De la redacción de EL NORTE
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A pesar de los esfuerzos de las autoridades para concientizar a la población e informar acerca de las nuevas modalidades delictuales para que los vecinos no sean sorprendidos en su buena fe, los ardides utilizados por los delincuentes varían permanentemente para lograr embaucar a los ciudadanos desprevenidos. Especialmente el blanco a quienes apuntan son los adultos mayores. Sextorsión, falsos secuestros, corridas bancarias, billetes que se vencen, son algunos de los recursos de los que echan mano los estafadores. En este caso la nueva maniobra parte de un presunto “brujo negro” y el objetivo fue un vecino de San Pedro. El hombre víctima recibió por WhatsApp el mensaje de un presunto “brujo negro mayor” que le reclamaba que pagara por un “trabajo” de brujería que en principios pidió y que después no terminó. Cuando la víctima le dijo que no sabía a qué se refería, que desconocía de que estaba hablando le mandó un video con una foto de su familia en un altar con velas. Le pidió 10 mil pesos por la plataforma de Mercado Pago y ante su negativa lo amenazó con “amarrar a esta criatura con el sapo” y le mandó otro video. Conforme al relato que la víctima efectuó a “la Opinión de San Pedro” los números telefónicos desde donde partían los llamados tenían prefijos de Colombia y Perú.
La maniobra
El hecho comenzó a tomar forma cuando la víctima recibió un mensaje a través del cual le habrían dicho que como había empezado un “encargo” relacionado con magia negra y lo había dejado por la mitad, tenía que terminarlo y pagar por ello, que de lo contrario, le harían un “amarre”. Hasta le enviaron imágenes de él y su familia en un altar de San La Muerte, entre velas. Para no hacer la “brujería” le exigieron 10 mil pesos o “lo que tenga”.
Según el relato del joven al medio sampedrino todo comenzó cuando el muchacho recibió un mensaje extraño en su celular. La persona que se comunicó decía ser “El Taita” y se identificó como “el brujo negro mayor del centro espiritual donde hace un tiempo usted consultó con uno de mis maestros”. Le decían que “Como usted no terminó este trabajo, tiene un altar encendido en su nombre, el de su pareja y su familia en mis sagrarios”, le dijo y le advirtió: “Se han dejado canales espirituales abiertos en los sagrarios “y a raíz de esta situación uno de sus maestros se vio “afectado y tuvo un accidente”, por lo que volvió a hacer una advertencia para exigir el pago. “O se hace cargo del cierre, o de lo contrario usted deberá atenerse a las consecuencias. Yo, como brujo negro mayor del centro espiritual, me encargaré de esto”, amenazó. La situación se puso más tensa cuando en el video que le mandaron incluyeron una fotografía de él y su familia, con su pareja y su hija pequeña, a lo que le siguió una nueva amenaza por parte del “brujo”. “Le estoy diciendo que haga llegar una ofrenda el día de hoy. Esto no es un maldito juego. Si no, esta criatura de Dios va a pagar esto”, le dijo en alusión a su hija, con una foto de la familia entre las velas. Cuando la víctima le preguntó de qué se trataba la “ofrenda” que le pedía, le exigió una transferencia de 10 mil pesos a través de una cuenta de Mercado Pago. “Aténgase a las consecuencias, no quiero que se esté lamentando”, lo amenazaron luego desde otro número, ahora con característica de Perú y siempre por WhatsApp. En ese momento le enviaron otro video, con un sapo y la foto de su familia. A la última comunicación la tuvo cuando ya la víctima se encontraba en sede policial.
“Nunca hice una consulta, y menos por este medio” manifestó el padre de familia víctima todavía sorprendido y asustado por la insólita situación que le había tocado vivir.