Una familia que salía de la ciudad sufrió daños en su camioneta, cuando desconocidos les arrojaron piedras. No hubo lesionados, pero sí daños materiales.
Manuel Castillo es un vecino villense, el domingo por la noche sufrió un hecho de inseguridad en la Curva de Bassi a través de una modalidad que data desde hace un tiempo y que parece no detenerse: arrojar piedras a los vehículos en movimiento.
En diálogo con EL NORTE, contó su experiencia. “Viajábamos con mi señora y mi nene, alrededor de las 10 de la noche, escuchamos un ruido y vimos el parabrisas quebrajado. No paramos y cuando llegamos vimos que había sido un piedrazo. Uno dio en el parabrisas y otro en el guardabarros de la chata”, comenzó la charla explicando que se dirigía de Villa a Empalme.
“Nos pasó la que vemos siempre, pero por ahí uno piensa que nunca te va a pasar hasta que pasa”, prosiguió y aclaró que ninguno de los ocupantes del vehículo sufrió lesiones y solo debe lamentar los daños materiales. “Te da bronca el hecho de no tener respuesta”, dijo.
“Ves todos los días por las redes sociales, por los medios de comunicación, siempre hay noticias, pero queda todo en la nada. Volvés a pasar por ahí y no hay un patrullero. Siempre hay que pasar fuerte por ese lado, y yo me pregunto qué pasa si te estalla el parabrisas, dónde estacionás, qué hacés”, continuó su relato.
Al ser consultado sobre si pudo divisar quién o desde dónde arrojaron las piedras explicó que no, “no se ve nada, solo sentimos el ruido”.
“No tengo susto, tengo bronca, porque siempre pasa lo mismo y queda todo en la nada”, dijo molesto, al tiempo que pidió a otros vecinos que hayan vivido una situación similar que radiquen la denuncia y pidan soluciones ante las autoridades competentes, “no puede quedar todo en un momento de enojo y descargo en las redes sociales, tienen que hablar con los responsables para que se haga algo”. “Creo que la solución es poner un patrullero en la zona, no pueden esperar a que pase algo peor para tomar medidas”, finalizó.
Limpieza en la zona
Al ser consultado sobre lo sucedido, el director de Prevención Mauricio Jaime comentó que en el último tiempo se realizaron tareas de limpieza en la zona del cañaveral, lugar en donde suelen esconderse para arrojar las piedras. “Hace un tiempo dimos con un menor de Empalme, y la intención es seguir limpiando todo ese lugar lindero a las vías para que estos problemas no se repitan”, aclaró.