Al reconocido ingeniero nicoleño le diagnosticaron la enfermedad ocho años atrás. A través del deporte encontró la manera de afrontarla, y experimentó una notable mejoría. “Lo peor que uno puede hacer es ocultarse”, expresó. Por estas horas, junto con el profesor Guillermo Silvano, viajan a Grecia para participar del Mundial de Tenis de Mesa.
EZEQUIEL GUISONE
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“Hoy puedo decir que estoy mejor que hace seis años, cuando empecé a practicar tenis de mesa”, aseguró el ingeniero Néstor Gobbi, quien hace ocho años fue diagnosticado con mal de Parkinson en el instituto Fleni. “En aquel momento me recomendaron tres cosas”, recordó: “Encontrar la dosis de medicamento justa, porque no cualquier dosis es la que te hace andar bien; segundo, asumir que uno tiene ese mal y no ocultarlo. Aunque parezca una tontería, ese es el punto más importante cuando uno tiene una enfermedad de esta naturaleza. Es una enfermedad neurodegenerativa que inexorablemente te termina pasando factura de una degradación que con el tiempo va a avanzando”, explicó.
El tercer punto en cuestión lo llevaba directamente hacia el deporte: “Me dijeron que tenía que encontrar alguna actividad física que me permitiera ejercitar al máximo la relación cerebro-muscular. Y yo en forma particular pensé en el tenis de mesa, porque había escuchado que es el deporte más exigente que existe en cuanto a la coordinación de ese tipo”, analizó.
“En el tenis de mesa la pelota vuelve a los 90 centésimos de segundo, con el efecto cambiado, en el lado que no la esperás, y esto para una persona que tiene mal de Parkinson, que tiene una reacción lenta, es un ejercicio muy importante. Así fue que me acerqué al tenis de mesa y lo encontré a Guillermo Silvano, que tiene una trayectoria tremendamente importante con el trabajo con gente con discapacidad, y empezamos a trabajar como una terapia que, si bien no puedo decir que me ha curado el Parkinson, me ha mejorado los instantes positivos que tengo y me ha achicado los negativos”, analizó el nicoleño.
“Es un logro impresionante que no lo puedo negar, y que tiene que ser la base para que otras personas entiendan que si tienen mal de Parkinson lo último que tienen que hacer es ocultarlo; lo que tienen que hacer es asumirlo, no esconderse”, agregó luego.
Doble desafío
Guillermo Silvano se ha destacado durante toda su carrera por su trabajo en el deporte con personas con discapacidad, y cuando Gobbi se acercó al CASBA decidido a sumarse a las prácticas, asumió el reto. “Él no jugaba tenis de mesa y yo nunca había entrenado a una persona con Parkinson, así que empezamos a aprender mutuamente”, contó el destacado entrenador, que acompaña en este deporte a un campeón del mundo como Juampi Castet. “El año pasado lo invité a Néstor a participar de un torneo Senior en Carlos Paz, y vimos que en el calendario internacional había un Mundial para personas con Parkinson en Croacia”, recordó Silvano, que actualmente está trabajando en nuestra ciudad con ocho personas que padecen esta enfermedad.
El año pasado el certamen no estaba oficializado, pero para este 2023 la ITTF (la Federación Internacional de Tenis de Mesa) lo reconoció, y los nicoleños se pusieron a trabajar para decir presente en esta primera edición oficial mundialista.
A Grecia
Con el inevitable esfuerzo económico personal que significa participar en un evento deportivo internacional, y también con el apoyo de gente siempre involucrada en este tipo de “patriadas” como Sandro García -de la firma Más Shipping- y Mariano Heymo Inmobiliaria, Néstor Gobbi y Guillermo Silvano partirán esta tarde rumbo a la isla de Creta, en Grecia, donde se desarrollará la competencia. La misma será para personas con mal de Parkinson y habrá otra categoría para deportistas con Alzheimer.
“Yo seis años atrás ni por asomo tenía la idea de que iba a poder participar de un torneo internacional”, reconoció Néstor. Del campeonato participarán cientos de atletas de 30 países, en su mayoría europeos. Gobbi será el único argentino y latinoamericano.
Los participantes se dividirán en tres categorías, de acuerdo a cuán importante sea el avance de la enfermedad, cuántos años llevan padeciéndola y cuáles eran sus habilidades en el deporte antes del diagnóstico. Paralelamente, se desarrollará un Congreso sobre el mal de Parkinson con la participación de médicos, neurólogos y otros profesionales.
“El resultado no es importante para mí, pero sí lo es el mensaje. Si usted tiene un padre, un hermano, un amigo, un vecino que tiene mal de Parkinson, dígale que no se oculte, que no se esconda, que lo asuma, y que el tenis de mesa le puede dar un paliativo importante. Primero desde el punto de vista deportivo, porque uno empieza a tener que moverse y reaccionar. Pero también tiene otro significado desde el punto de vista social. Lo hemos visto en la gente que está trabajando con nosotros, que vinieron a practicar tenis de mesa hace 4 meses y eran personas totalmente diferentes. Hoy, uno puede decir que el cambio es notable”, cerró Gobbi.