Numerosas mujeres se movilizaron ayer en Suiza para celebrar una jornada nacional de huelga feminista, bloqueando los tranvías en Zúrich o iluminando de púrpura la catedral de Lausana.
La movilización terminó con marchas en varias ciudades, al son de tambores, consignas y canciones con el lema de este año: “Respeto, tiempo, dinero”.
Este celebración, que se había llevado a cabo una sola vez en 1991, fue reorganizada en 2019 por una nueva generación de activistas, que alientan a las mujeres a abandonar el trabajo temprano para protestar contra las desigualdades salariales y denunciar la discriminación, el acoso y la violencia de género.
La fecha conmemora la inclusión el 14 de junio de 1981 del principio de igualdad entre mujeres y hombres en la Constitución de Suiza, un país donde el derecho al voto femenino se adoptó en 1971.
“Mi útero, mi elección”, “Los hombres de calidad están comprometidos con la igualdad” o “La igualdad de derechos para los demás no significa menos derechos para ti”, rezaban algunas de las pancartas.
En Zúrich, miles de mujeres salieron a la calle. Según los medios, el parlamento municipal levantó una sesión en señal de solidaridad. En Berna, se organizó una asamblea en la plaza frente al Palacio Federal, sede del Parlamento y del Gobierno.
Alcance
En Zúrich, donde decenas de miles de mujeres salieron a la calle, según los medios, el parlamento municipal levantó una sesión en señal de solidaridad.
Según la agencia de noticias suiza Keystone-ATS, casi 300 personas bloquearon el tráfico de tranvías en una plaza de la ciudad, antes de ser dispersadas por la policía.
En Berna, la capital del país, se organizó una asamblea en la plaza frente al Palacio Federal, sede del Parlamento y del Gobierno, para defender los derechos de las mujeres.
En los últimos años se han logrado avances en Suiza en ese campo, como la despenalización del aborto en 2002 y una licencia de maternidad remunerada de 14 semanas en 2005.
En 2021 entró en vigor el permiso de paternidad remunerado de dos semanas, pero las plazas de guardería, limitadas y caras, son un problema para la actividad profesional de las mujeres.
