Una encuesta con perspectiva de género dio a conocer los motivos y el efecto de las dietas para adelgazar en la vida de las mujeres. Los datos más relevantes fueron que el 97,6 % de las mujeres declaró que se sometió al menos a una dieta para bajar de peso y que la madre fue la primera persona en recomendar el inicio del régimen alimentario. En cuanto a la salud mental, el 67,3% aseguró que empeoró a raíz del sometimiento de la dieta.
De la Redacción de EL NORTE
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¿Por qué hacemos dietas para adelgazar? ¿Desde qué edad las hacemos? ¿Sirven realmente para adelgazar? ¿Cuánto tiempo de la vida de las mujeres se pasa haciendo dietas? ¿Cuántas horas del día nos ocupa el tema de la dieta? ¿Es verdad que hacer dietas para adelgazar es saludable? ¿Cómo nos sentimos cuando hacemos dietas? Esas fueron algunas de las preguntas que intentaron responder desde “Mujeres Que No Fueron Tapa” al momento de lanzar la encuesta en el marco de la campaña #HermanaSoltaLaPanza.
El cuestionario fue respondido por más de 8.100 mujeres (el 91 % son argentinas, el 7,6% de América latina y 0,9% de Europa), de las cuales el 85% se encuentran entre los 25 y los 50 años. La encuesta se realizó a través de las redes sociales, con la colaboración de Guillermina Urriza, psicóloga e investigadora de mercado.
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DATOS IMPACTANTES
Urriza destacó que “la presión social aparece en edades muy tempranas y el tiempo que invertimos en dietas se mide en años que nos consumen muchas horas y energía”. Observó que “llama la atención que hay mucha conciencia de que no logramos los resultados que queremos, e incluso hay reconocimiento en los padecimientos psíquicos en cuanto a nuestra salud mental. Aun así hacemos dieta una y otra vez”.
En ese sentido, la encuesta deja en claro que solo el 2,4 % de las personas encuestadas no hicieron dieta, pero más del 97 % sí.
Los datos son impactantes cuando son consultadas sobre cuántas veces hicieron dieta: el 39,8 % entre 2 y 10 veces, el 32,2 % más de 20 veces, el 19,2 % entre 10 y 20 veces, mientras que el porcentaje restante la realizaron solo una vez o nunca la empezaron.
El 31,5% respondió que creía que si era flaca iba ser más feliz, el 19,1% por presión del entorno familiar, el 16,1% porque si era gorda nadie la iba a querer y el 13,9% para llegar al verano y poder usar bikini y ropa de verano, mientras que solo el 5,1% por salud.
Siguiendo en el detalle de los resultados, el 46,1 % estuvo entre 1 y 10 años haciendo dieta, el 19,9 % menos de un año, el 17,1 % toda la vida, el 14,5 % más de 10 años y el 2,4 % nada de tiempo. “¿Cuántas horas de tu día se roban las dietas?”, fue la pregunta, de la cual el 56,6 % respondió que “todo el día” estaban pensando “en lo que comía, lo que no podía comer, las calorías”; el 29,2 % dijo que le dedicaba entre 1 y 6 horas y el 14,3 % menos de una hora por día.
AL 89% LE DIJERON QUE ´TENÍAN QUE HACERLO´
Otra sección de la encuesta realizada por Mujeres que No Fueron Tapa consultó sobre si alguna vez le dijeron que tenían que adelgazar. Al 88,7% de las encuestadas le dijeron en algún momento de su vida que tenía que hacer dieta para adelgazar, y sólo al 11,3 nunca se lo recomendaron.
Llama la atención al preguntarle sobre “cuándo les dijeron que tenían que hacer dieta para bajar de peso” porque el 66,9 % dijo que fue entre los 5 y los 17 años, el 19,8 % después de los 17, el 11,3 % nunca se lo dijeron y el 2 % antes de los 5 años. Según los datos, la primera persona que recomendó hacer dieta fue la madre, en el 30,1 % de los casos, por iniciativa propia el 26,5 % y por profesionales de la salud un 12,3 %.
Dentro de los principales motivos por los cuales le dicen a las mujeres que deben comenzar con una dieta figura en primer lugar “Te lo digo por tu salud, te vas a morir”, “Te lo digo por tu bien para que no sufras”, “Si sos gorda no vas a conseguir novio” y por último “Nadie te va a querer”.
Esos resultados concuerdan con las respuestas que obtuvo la organización al consultar sobre cuáles fueron los motivos por los cuales iniciaron la dieta. El 31,5% respondió que creía que si era flaca iba ser más feliz, el 19,1% por presión del entorno familiar, el 16,1% porque si era gorda nadie la iba a querer y el 13,9% para llegar al verano y poder usar bikini y ropa de verano, mientras que solo el 5,1% por salud.
SALUD MENTAL
En cuanto a la salud mental, el 67,3% aseguró que empeoró a raíz del sometimiento al régimen alimenticio, el 5,5% que mejoró y el 27,2% que no hubo cambios. Para las que vieron afectada su salud mental, la dieta les provocó trastornos de la conducta alimentaria, depresión y ataques de pánico o ansiedad.
“Hay personas que necesitan dietas por su condición de salud. Pero muchas mujeres abordan la dieta para adelgazar. Todas somos educadas en que si no somos delgadas no encajamos en el grupo de las buenas mujeres y en el ideal de belleza. La salud es una excusa para controlar el cuerpo de las mujeres”.
Lala Pasquinelli, fundadora de Mujeres que No Fueron Tapa.
Frente a la consulta sobre si funcionan o no las dietas, según esta encuesta, “solo el 16% bajó de peso y logró mantenerlo”, el 49% bajó, pero volvió a subir, y el 16,6% bajó pero luego aumentó más que su peso anterior. En el transcurso de la dieta, las encuestadas señalaron que se sentían ansiosas, todo el tiempo con hambre, frustradas y de mal humor.
PRESIÓN POR LA DELGADEZ
La fundadora de Mujeres que No Fueron Tapa, Lala Pasquinelli, aclaró que “hay personas que necesitan dietas por su condición de salud”. Sin embargo, muchas mujeres abordan “la dieta para adelgazar”. “Todas somos educadas en que si no somos delgadas no encajamos en el grupo de las buenas mujeres y en el ideal de belleza. La salud es una excusa para controlar el cuerpo de las mujeres”, sostuvo.
Con respecto a la encuesta, subrayó que el objetivo fue “poner sobre la mesa las consecuencias de realizar una dieta restrictiva que nos venden como saludable y, en realidad, hay una discriminación solapada hacia las personas no delgadas”. “Ahora la excusa es la salud y antes era la belleza”, consideró.
Dijo que la meta es “desmontar la dieta como un dispositivo de control de los cuerpos de las mujeres”. Por último, indicó que “la presión por la delgadez comenzó a radicalizarse desde la década de los 80” y alertó sobre el bombardeo diario de las “publicidades, los fármacos, los hábitos saludables o el ayuno intermitente”.
