El Año Nuevo comenzó con un largo feriado turístico, hasta el 6 de enero.
Las principales calles y avenidas de Ecuador se llenaron de coloridos monigotes, también conocidos como “años viejos”, que fueron quemados a la medianoche del 31 de diciembre como parte de una de las tradiciones más representativas del fin de año en el país. Estos muñecos, creados por artesanos a base de papel, cartón o ropa usada, son rellenados con aserrín y se caracterizan por sus caretas que representan a personajes públicos, superhéroes o figuras de series animadas.
La tradición de quemar estos monigotes es celebrada en todo Ecuador, pero tiene un significado especial en las ciudades de Quito y Guayaquil, las más grandes del país. En estas urbes, los comerciantes instalan puestos callejeros llenos de monigotes, que no solo son una expresión artística, sino también una forma de crítica social. En Quito, varios sectores de la ciudad se convierten en escenarios para estas figuras, entre las que destacan representaciones de políticos, militares, futbolistas, superhéroes y hasta policías.
Según los comerciantes, uno de los personajes más demandados para esta celebración es el presidente Daniel Noboa, cuya imagen se vendió en diversas versiones, algunas con la banda presidencial o con una vela en mano, haciendo referencia a los recientes apagones que sufrió el país debido a la crisis energética que vivió en los últimos meses.
Para Carlos Caiza, residente de Quito y de 64 años de edad, el 2024 que llega a su fin ha sido un año lleno de dificultades para Ecuador, especialmente debido a la crisis eléctrica que afectó tanto a los hogares como a la economía en general. “Queremos despedir este año duro para los ecuatorianos. Nos han golpeado mucho los apagones, la falta de empleo y la crisis económica. Tenemos la esperanza de que las cosas mejoren el próximo año. No sabemos qué rumbo va a tomar el país”, expresó Caiza a la agencia de noticias Xinhua, mientras compraba un monigote en una conocida avenida al sur de la capital.
En el centro norte de Quito, en la Avenida Amazonas, se llevó a cabo el tradicional concurso de “años viejos”, un evento que cada año atrae a miles de visitantes locales y extranjeros.
Los monigotes gustan a los visitantes
A su vez, en la ciudad de Guayaquil (suroeste) se exhibe más de una decena de monigotes de gran tamaño en sitios estratégicos del llamado suburbio, que abarca a los barrios más extensos y pobres de la urbe, como parte de la tradicional Ruta de los Gigantes. Estos muñecos, elaborados con varios meses de anticipación, causan sensación entre los visitantes, que aprovechan para fotografiarse junto a grandes personajes como de las películas de animación “Intensa-Mente” y “Kun Fu Panda” o la serie de televisión “Power Rangers”.
Las familias compran los monigotes para cumplir con la tradición de quemar el muñeco a la medianoche del 31 de diciembre; saltar sobre sus llamas y darle un par de patadas para dejar atrás lo negativo del año que termina. Acompañan las festividades con rituales o prácticas que llaman “cábalas” con la intención de atraer la buena suerte, el amor, el dinero, la salud o cualquier otro deseo para el Año Nuevo.
Largo feriado turístico
Tras despedir el 2024, los ecuatorianos se acogían a un largo feriado del 1 al 5 de enero de 2025, decretado por el Gobierno para promover el turismo interno y reactivar la economía. Las terminales terrestres de Quito y Guayaquil registraron desde el fin de semana pasado una masiva afluencia de viajeros hacia otras ciudades del país para disfrutar con la familia las festividades y el feriado.
El país retomará sus actividades normales el 6 de enero próximo, en pleno inicio de la campaña electoral de cara a los comicios generales del 9 de febrero de 2025, jornada en que se elegirá al sucesor del presidente Daniel Noboa, quien también buscará la reelección para gobernar un periodo completo (2025-2029).