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domingo, diciembre 15, 2024
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Miopía en niños: una afección propia de la era tecnológica

Especialistas en el tema consultados afirmaron que aumentó el registro de casos en menores. Si bien la exposición a las pantallas es una causa repetida, también se evidencia una mayor preocupación y conciencia social por el cuidado de la vista.

De la redacción de EL NORTE
redacció[email protected]

El advenimiento tecnológico arribó en gran cantidad de ámbitos cotidianos y produjo que casi la totalidad de las actividades demanden la presencia de pantallas. En este sentido, niños y niñas de corta edad se vieron expuestos a su uso desde sus nacimientos. Mayor aún con una pandemia de por medio.

Es por esto que comenzó a considerarse que el “fenómeno de las pantallas” podría haber generado un aumento de casos de miopía en los más chicos. Al respecto fue consultado por EL NORTE el oftalmólogo Dr. Walter Mascherini (MP 64.475), quien inicialmente explicó que la miopía se produce cuando la longitud axial del ojo humano es más larga a la considerada como “normal”.

Sin embargo, desmitificó en parte lo que anteriormente se planteaba: “Las pantallas efectivamente tienen incidencia por la cercanía en que se colocan. Hay que tener en cuenta que el ojo humano está preparado para observar a la distancia. Pero la realidad, también, es que hoy en día se realizan más controles médicos de la vista”.

En esta línea, recordó que décadas atrás los controles oftalmológicos no eran una práctica habitual. “Cuando uno era más chico y te decía que no veía, no se tomaba el recaudo de llevarlo a una consulta. Se lo llevaba ya cuando se chocaba las paredes. Antes los chicos llegaban a los 15 años y debutaban con unos anteojos, pero quizás si era pesquisado a una edad más temprana, los usaba de ese entonces”, sostuvo.

Controles recomendados

Actualmente se evidencia mayor conciencia social en los controles médicos de rutina. En este sentido, el oftalmólogo mencionó que “hoy por hoy se recomienda un examen de fondo de ojo dentro de los primeros seis meses para el recién nacido, otro al año, otro a los dos y otro a los cinco. Después ya se prosigue con uno de agudeza visual por medio de la refracción, por ejemplo”.

Entre los síntomas que pueden alertar sobre este tipo de afección visual en menores, puede mencionarse la visión borrosa, cansancio visual, sensación de arenilla, ojos rojos o irritados e incluso sensibilidad a la luz.

Asimismo, tomando en consideración que el lapso de desarrollo visual en las personas se extiende hasta los seis años aproximadamente, el especialista de la salud recalcó: “A los cuatro años es crucial realizarle estos estudios a los más chico”. Y añadió que es en ese período precisamente cuando podrían detectarse ciertos vicios refractivos como el astigmatismo.