El presidente se encontró con el mandatario electo de Estados Unidos en una cena informal y luego dio un breve discurso. Además, se sacó una nueva foto con Donald Trump, con quien espera forjar una alianza estratégica; Hoy participará en la conferencia conservadora CPAC.
El presidente argentino, Javier Milei, llegó hoy a Palm Beach, Florida, para participar de una cena especial en Mar-a-Lago, el club propiedad del exmandatario estadounidense y líder republicano Donald Trump. Milei estuvo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el canciller Gerardo Werthein, en una visita que marca un gesto de respaldo hacia las figuras conservadoras y las ideas de libertad en el continente.
Durante su discurso, Milei destacó la importancia del triunfo de Trump en las recientes elecciones, calificándolo como “la remontada política más grande de la historia,” y subrayó el desafío que significó enfrentar a “todo el establishment político, incluso poniendo en riesgo su propia vida.”
“Muchas gracias por hacerme parte de este evento tan importante y por permitirme hablar aquí entre ustedes, que son unos verdaderos gigantes. Quiero comenzar felicitando al presidente electo Donald Trump por su contundente victoria,” expresó Milei en su intervención ante la audiencia estadounidense.
Milei aprovechó la ocasión para enmarcar su discurso en un contexto histórico y filosófico, contrastando el presente con las ideas del Manifiesto Comunista de 1848. “En aquel entonces, Marx hablaba de un fantasma recorriendo Europa: el fantasma del comunismo. Hoy, en cambio, un fantasma distinto recorre el mundo: el fantasma de la libertad,” señaló el presidente argentino, mientras aseguraba que “hoy el mundo es un mundo mucho mejor porque hoy soplan vientos de libertad muchísimo más fuertes.”
Con un estilo encendido y evocando una narrativa que describe un “milagro” respaldado por “las fuerzas del cielo,” Milei transmitió un mensaje optimista sobre el futuro de las ideas liberales y conservadoras en la región. La jornada en Mar-a-Lago evidenció el compromiso del presidente argentino con una línea ideológica que busca expandir la influencia de los valores de libertad y soberanía en América Latina, en línea con las visiones políticas de Trump y otros líderes de la derecha global.