La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó este jueves que su Gobierno está preparado con un plan estratégico para proteger a sus migrantes en Estados Unidos ante posibles deportaciones masivas anunciadas desde ahora por el presidente electo Donald Trump.
“En caso de que hubiera deportaciones, nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, y tenemos un plan para ello”, explicó la mandataria mexicana, en su habitual rueda de prensa desde el Palacio Nacional de la Ciudad de México.
Sheinbaum reiteró su desacuerdo “en que se trata a los migrantes como criminales” al subrayar que “para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo”
“Por eso el miércoles hice un especial énfasis”, en el marco de un acto público por la celebración de los 114 años del inicio de la Revolución Mexicana, destacó, según la agencia de noticias Xinhua.
Reiteró que también protegerá a los connacionales mediante el fortalecimiento de los consulados mexicanos en los Estados Unidos, en caso de tener que hacerlo ante cualquier posible irregularidad migratoria.
Sheinbaum comentó que en los próximos días preparará junto con su gabinete los temas que se necesitan abordar con el equipo de Trump, entre los que destacan la migración, la seguridad, el comercio y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre comercio.
Trump, quien asumirá la Presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de 2025, amenazó con redoblar las medidas para frenar la ola de migrantes que cruzan de manera irregular por la frontera que comparte con México.
El próximo mandatario estadounidense también amenazó a su vecino del sur con imponer aranceles del 25 por ciento a todas las importaciones desde México, al argumentar una falta de medidas para atender el fenómeno migratorio irregular.
El republicano sostuvo además esta semana a través de la red social “Truth Social” que se prepara para declarar “emergencia nacional” e implementar su plan de deportación, lo que no es nuevo, ya que durante su pasada gestión (2017-2021) lo hizo para construir con recursos del Pentágono un muro fronterizo, sin que la autorización pasara por el Congreso.