Tras los aumentos en alimentos que se dieron en el último tiempo, responsables de merenderos y comedores locales confiaron a este medio que “la situación es crítica”. Aseguran que creció el número de nicoleños que va a buscar un plato de comida.
De la Redacción de El Norte
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Merenderos y comedores de nuestra ciudad se ven muy afectados por los aumentos en los precios de los alimentos. Algunos debieron cerrar por la falta de donaciones y de posibilidades de comprar los productos que necesitan para hacer las viandas. De ahí que muchos nicoleños se van moviendo a los comedores o merenderos que siguen de pie. EL NORTE recorrió varios de ellos, donde en diálogo con los responsables, pudo consignar que la situación es delicada.
Es la continuación de un problema que comenzó pasadas las elecciones generales. Ya en ese momento, muchos lugares habían decidido cerrar sus puertas, otros reducir los días que entregan las viandas. Incluso, algunos debieron poner un cupo de gente para al menos cumplir con la demanda existente.
“Ya es insostenible. Nosotros venimos cumpliendo, pero a duras penas. Afortunadamente, todavía tenemos gente que dona, tratamos de comprar un poco más de mercadería cuando podemos; pero es desesperante la situación. Cada vez son más los vecinos que vienen a preguntar si tenemos un plato de comida para sus familias”, sostuvo un responsable de uno de los tantos merenderos de zona sur.
“Imagínate que para nosotros se hace difícil teniendo varios días a la semana el comedor. Para cumplir con todos, nos juntamos varios merenderos y compartimos los productos. Nos pedimos ayuda unos a otros en relación a alimentos, principalmente, los que más utilizamos”, manifestó Luis Madera, quien lidera los comedores de la ONG «Jóvenes Valientes».
De inmediato, agregó que “no puede ser que tengamos que pagar más de $1.000 un paquete de fideos, calcula que nosotros usamos seis, más las latas de salsa, verduras y, si llegamos a tener donaciones porque comprar es imposible, algo de carne o pollo”.
Sumando al respecto de este particular, quien encabeza un merendero conocido de zona norte, enfatizó que “no te puedo explicar lo difícil que fue decirles que no había comida a las familias que vienen siempre. Estamos frenados y a la espera de lo que pase en las elecciones porque se nos está haciendo imposible cumplir con las más de 100 familias que vienen”.
Cómo decirle que no a la gente que atraviesa una difícil situación. Esto lleva a más problemas, ya que se debe, incluso, reducir las raciones de comida. Recordemos que hubo merenderos que cerraron sus puertas el año pasado, dejando a cientos de nicoleños a la deriva y teniendo que ubicar otro lugar para conseguir un plato de comida. Claro está, la decisión no era fácil, pero la incertidumbre de poder cumplir con llenar la panza de esas personas hizo retroceder a los dueños de esos comedores.
“Yo antes iba con mi familia a un merendero de zona oeste, pero la señora nos dijo un día que ya no hacía más la comida porque no le alcanzaba. Entonces nos vimos obligados a buscar otro lugar. Encontramos este que nos recomendó un amigo y por ahora nos viene ayudando mucho. Hasta algo de ropa para mi nena nos consiguieron”, contó Cristian, padre de una pequeña de cinco años.
Necesidades
La alimentación no es la única carencia entre las personas más vulnerables. Muchos están viviendo en condiciones indignas, con casas formadas por chapas y sin servicios. Las adversidades son mayores cuando persiste la falta de trabajo y oportunidades. Aquí también juegan un rol fundamental los merenderos o comedores, ya que muchos han puesto en marcha campañas para renovar esas viviendas y brindar un apoyo mayor.
Si vamos a algunos ejemplos, EL NORTE dialogó con Marisol, madre de siete niños y que se moviliza de barrio en barrio en busca de un plato de comida para sus pequeños. “Mi marido no tiene trabajo y solo hace changas de vez en cuando. Vivimos los nueve en una casilla que pudimos hacer con ayuda de mucha gente. Por lo general vamos a varios comedores porque nos cuesta mucho llegar a comprar alimentos por nuestra cuenta”, manifestó.
Este tipo de circunstancias es la que atraviesan la mayoría de los vecinos que dependen de estos merenderos o comedores. La similitud de las condiciones da cuenta de la falta de opciones que le quedan a este gran número de nicoleños que atraviesan grandes problemas socioeconómicos.