Tal como marcara este diario en reiteradas oportunidades, se hace cada vez más difícil para los responsables de merenderos y comedores sostener la ayuda que realizan. Incrementan las familias en situación de vulnerabilidad y, además, ahora también concurren quienes tienen empleo pero no llegan a fin de mes. Reducción de días y horarios, falta de personal y donaciones, el calvario que viven hoy quienes son héroes sin capa.
De la Redacción de EL NORTE
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La inflación en nuestro país no da tregua. Llegar a fin de mes se ha vuelto una odisea para muchos ciudadanos, y San Nicolás no es ajena a ello. Puntualmente, los merenderos y comedores de nuestra ciudad están sufriendo los aumentos de los alimentos, los cuales son necesarios para poder cubrir la demanda de vecinos que asisten a los mismos.
Con algunos cerrados, principalmente por la falta de donaciones y de posibilidades de comprar los productos que necesitan para hacer las viandas, muchos nicoleños se van moviendo a los comedores o merenderos que siguen de pie. EL NORTE recorrió varios de ellos, donde en diálogo con los responsables, pudo consignar que la situación es delicada.
Este mes se va a conocer el índice de pobreza e indigencia del primer semestre del 2023. Se trata de un dato muy importante que marca la realidad que se vive hoy en nuestro país. El último número conocido arrojó para el aglomerado San Nicolás-Villa Constitución una tasa de pobreza de 38,2%, mientras que el indicador de indigencia se ubica en 8,6%.
El informe da cuenta de una población total de 197.649 personas en este aglomerado, de las cuales 75.502 son pobres y 16.998 son indigentes. El relevamiento también apunta que el 28,6% de los hogares son pobres y el 7,0% es indigente. Expresado en otros términos, de los 69.381 hogares, 19.814 tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza y 4875 bajo la línea de indigencia.
Si bien los números corresponden a un informe del Indec de hace unos meses, calza justo con la situación de comedores y merenderos de nuestro distrito. “Hemos visto un crecimiento muy alto de gente que viene a buscar comida. No podemos decirles que no, pero sinceramente nos cuesta mucho poder cumplir con la demanda. El azúcar aumentó mucho, la leche, ni hablar de la carne, el pollo y las verduras. Si bien tenemos ayuda de empresas o incluso vecinos, además del dinero propio que destinamos a esto, cada vez está peor la situación”, manifestó Luis Madera, responsable de la ONG Jóvenes Valientes.
Impedimentos
De los merenderos o comedores visitados durante la semana, fue difícil encontrar días y horarios específicos. Liliana, responsable del Comedor Refugio de Amor de zona norte, sostuvo: “Tuvimos que reducir los días porque venía mucha gente. Antes solíamos cocinar casi toda la semana, después tres días, y ahora solamente martes y miércoles. Es que no conseguimos nada de ayuda, es todo a pulmón y también tenemos nuestra familia, entonces se nos complica poder llegar a cubrir toda la necesidad que hay en San Nicolás”.
Otro problema que atraviesan todos los lugares dedicados a darle un plato de comida a quien lo necesita es que no pueden establecer días fijos. Para ejemplificar, este viernes se debería haber entregado la cena en cuatro comedores, dos de zona sur y dos de zona norte. No obstante, esto se vio trunco cuando quienes cocinan vieron que no les alcanzaban los alimentos que tenían para todas las porciones.
Con y sin trabajo
Históricamente, a los merenderos y comedores asistían familias que se encontraban en situación de extrema vulnerabilidad. Nicoleños sin trabajo formal, que viven de changas o empleos temporales, son quienes más se ven en estos lugares. Sin embargo, en los últimos meses eso cambió.
Ahora no solo quienes no tienen la posibilidad de llevar dinero todos los días a sus hogares asisten a comedores, sino que, también, vecinos de nuestra ciudad con trabajo en blanco que no les alcanza. “Mi marido trabaja en un local, pero con un solo ingreso a veces no nos alcanza. No venimos siempre, pero últimamente un día a la semana optamos por recibir la ayuda de algún comedor porque nos cuesta mucho darles de comer a nuestras hijas. Tenemos tres, por lo que los gastos son altos”, contó con la voz quebrada Lucía, quien estaba esperando sus viandas en un comedor de zona sur.
“Nosotros tenemos cerca de 440 familias que vienen al merendero o al comedor. Tuvimos que optar por tener solo dos días a la semana para cada ocasión porque los insumos no nos alcanzaban. La necesidad de la gente es mucha, no solo acá en San Nicolás, sino que vemos eso en otras ciudades. Lo más triste es que se nos sumó gente que tiene trabajo pero no cubre dos platos de comida al día. Es difícil continuar cuando todo está tan mal”, afirmó Madera.
“Más doloroso aún es que entre comedor y merendero asisten 280 chicos. Hoy nos siguen ayudando empresas como Terminales y Servicios, pero carnicerías donan menos, panaderías se nos bajaron varias. Estamos necesitando con urgencia carne, pollo y verduras. Todo lo que es seco lo conseguimos, pero lo otro es muy complicado”, añadió.
Otras necesidades
Si bien lo que más requieren estos lugares son productos alimenticios, también hay una realidad que marca la imperiosa necesidad de gastar en todo lo relacionado con higiene personal. “Cuando vienen los chicos al merendero, nosotros no podemos prohibirles que no pasen al baño, por ejemplo. Eso nos genera gastos de papel higiénico, lavandina, perfumina, toallas limpias…, todas cosas que nadie te dona. A veces, cuando pedimos ese tipo de donaciones, nos dicen que lo compremos nosotros porque no es caro, pero yo tengo una familia también, y si no nos alcanza para la comida, imaginate agregar este tipo de gastos”, aseveró Eliana Farías del merendero Estrellita.
Al igual que en los otros casos marcados por este diario, Farías debió reducir días e incluso postergar dar el almuerzo de los sábados cuando no alcanzaba la comida. “Por la situación económica del país, nos llevó a tener que reducir los días del merendero que antes era todos los días. También nos perjudicó a la hora de darles la vianda los sábados al mediodía a las familias. El pasado sábado no pudimos entregarles viandas porque no llegamos a cubrir la demanda”, expresó.
Nuevo índice
El próximo 27 de septiembre, el Indec dará a conocer los nuevos índices de pobreza e indigencia correspondientes al primer semestre del 2023. Comparado con los registros correspondientes al período anterior (primer semestre de 2022), el indicador de pobreza en San Nicolás-Villa Constitución retrocedió 2,5 puntos porcentuales mientras que el de indigentes creció 0,7 puntos porcentuales, respecto del segundo semestre del año pasado. En efecto, en el primer semestre del 2022, la pobreza alcanzaba al 40,7% de las personas y la indigencia al 8,8%. Ahora se espera que sea aún mayor, ya que son pocos los salarios que logran actualizarse al ritmo de la inflación.