El presidente Alberto Fernández y el ministro Sergio Massa encabezaron la presentación en Casa Rosada, detallando que se apunta a “un nuevo diseño de desarrollo”, que convierta al país “en un enorme proveedor de energía”. La mención a la Generación del 80.
El ministro participó junto al presidente Alberto Fernández del lanzamiento del Plan Gas IV y V, en un acto en la Casa Rosada, en el que sostuvo que “si cumplimos con los objetivos en términos de ahorro de divisas alcanzaremos los 4.800 millones de dólares durante 2023, en la suma de todas las importaciones del complejo hidrocarburífero”.
El jefe del Palacio de Hacienda señaló que “las inversiones para los próximos cuatro años representan unos 7.000 millones de dólares, de los cuales 1.200 millones de dólares serán durante 2023”.
Massa dijo que con estos planes el Estado busca dar “certidumbre a largo plazo” al sector empresarios al fijar “un precio que es producto de la competencia”.
El ministro proyectó que en términos de recaudación fiscal se producirán ingresos por 3.500 millones de dólares hasta el 2028 y que este este sector aportará al fisco 600 millones de dólares solo durante el año próximo.
Massa añadió que “hasta el 2028, el complejo hidrocarburífero generará 10.000 puestos de trabajo y eso representa para todas las provincias productoras un mejor funcionamiento del mercado interno”.
El responsable de la cartera económica puntualizó que “en 2023 llegamos a un 90% de autoabastecimiento energético con el Plan Gas IV y V”, al tiempo que “en términos de consolidación de reservas y tomando el precio que se compró energía este año, representa un ahorro de 284%, respecto del valor de 2021”.
Al mismo tiempo, Massa sostuvo que con Vaca Muerta “los argentinos estamos frente al segundo yacimiento más importante del mundo shale gas y el cuarto de shale oil y tenemos que ser capaces de transformar ese recurso en riqueza”.
“Si cumplimos con el Plan Gas, si no aparecen gobiernos que lo modifiquen, si cumplimos con nuestras inversiones en materia hidrocarburífera, si respetamos nuestros contratos, respetando la idea ininterrumpibilidad de los contratos, si empezamos con la exportación a Chile de gas y de petróleo, claramente podemos recorrer un camino que nos genere un segundo gran jugador en el PBI argentino junto con los agronegocios”, enfatizó el ministro.
Massa resaltó que el objetivo en 2027 es que el sector energético tenga el mismo tamaño que el sector de agronegocios en el PBI argentino y ese es el recorrido que tenemos que hacer juntos el Estado, los empresarios y los trabajadores, entendiendo que el desarrollo económico argentino tenga la capacidad de proveer a nuestro mercado y vender nuestros productos y nuestro trabajo al mundo”.
El ministro subrayó que “Plan Gas IV y V, Cuenca Austral, Cuenca Norte y esperamos que el 20 de junio próximo nos entreguen la llave del Gasoducto Néstor Kirchner para que podamos abastecer nuestro mercado y empezar a pensar en un sector energético que tenga la capacidad para vender recursos y trabajo argentino al mundo”.
Por último, Massa expresó: “Esperamos que los argentinos paguen la energía más barata del mundo, entendiendo que tenemos parte de los recursos más importantes del mundo”.
La polémica comparación con la Generación del ’80
Durante su exposición, el jefe de Estado propuso una comparación entre la Generación del ’80, que construyó un modelo económico basado en la industria agrícola y ganadera, y el gobierno del Frente de Todos, que busca “construir un nuevo diseño de desarrollo” cuyas bases consistirían en “aprovechar al máximo el gas que el mundo necesita”.
Además se generarían, US$ 28.900 millones de ahorro de divisas hasta 2028, y US$ 4.800 millones en 2023 por la suma de importaciones del complejo hidrocarburífero.
Asimismo, tras indicar que se esperan inversiones por US$ 7.000 millones hasta 2028 (US$ 1.000 millones en 2023), Massa destacó que en recaudación fiscal significará US$ 3.500 millones hasta 2028 (US$ 600 millones en 2023), y la creación de 10 mil puestos de trabajo hasta 2028.
Cabe destacar que los hombres de la generación del ’80 se caracterizaron por heredar y compartir muchos de los pensamientos y aspiraciones de la generación del 37, como el de que sólo la clase letrada es la poseedora del derecho a conducir el país y la adhesión al pensamiento liberal. El liberalismo sostuvo la fe en el progreso y la creencia en que el desarrollo económico sólo se alcanzaría mediante el juego libre de las fuerzas comerciales y con gobiernos limitados a respetar la libertad individual.