San Nicolás ha demostrado ser una ciudad con muchas virtudes. Con Diario EL NORTE venimos plasmando las distintas experiencias que viven nicoleños en el exterior. Hoy te contamos la historia de Malen Easterling, quien pasó de las pasarelas de nuestra ciudad a modelar en Nueva York.
De la Redacción de EL NORTE
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Malen Easterling tiene 24 años y es modelo en la ciudad más popular del mundo, Nueva York. Sin embargo, las pasarelas nunca habían sido una opción en la vida de esta joven nicoleña. Nacida en San Nicolás, Easterling se mudó a los 13 años a Carolina del Norte junto con su familia y allí, entre adaptarse a una nueva cultura y emprender un camino de vida, encontró el modelaje.
Su historia comienza cuando aquí, en nuestra ciudad, Malen Easterling desfila en un evento. Era muy pequeña y lo primero que le dijo a su madre cuando terminó fue “Nunca más quiero hacer esto”, contó a EL NORTE Malen Easterling. Tal cual hemos plasmado anteriormente en reiteradas notas, la vida te sorprende cuando menos lo esperás.
“Cuando nos mudamos a Estados Unidos me costó muchísimo poder adaptarme. Yo escuchaba a mis compañeros de clase que no hablaban nada de español y me sentía avergonzada de donde venía. Pero todo cambió cuando logré darme cuenta de la virtud de saber otro idioma”, manifestó Easterling.
“Pasó el tiempo, yo estaba en mi penúltimo año de secundaria cuando empecé a modelar de nuevo, estábamos con mi mamá acostadas y en Instagram vi muchas fotos de modelaje y me dieron ganas de probar. Me contacté con una señora que le gustó mucho mi look, tomé clases y empecé a modelar de manera más profesional. Pero el salto de mi carrera se dio cuando llego a Nueva York”, agregó la nicoleña.
Nueva vida
Tras haberse recibido en la Universidad, donde estudió Español y Justicia Criminal, logró tomar el valor de ir más allá y mudarse finalmente a Nueva York. “Cuando me recibí, estaba en un punto de mi vida que no sabía qué hacer. Un día me llega un correo de un agente de Nueva York, en el 2020, y me mandó un contrato”, detalló Malen.
“Ahí fue cuando me di cuenta de que era algo serio, hicimos una entrevista por videollamada y me fui a Nueva York a hacer fotos para el portfolio (álbum de muestra) y quedé enamorada de esta ciudad. Decidí mudarme y arrancar mi carrera como modelo”, añadió la nicoleña.
Las oportunidades no tardaron en llegar, a menos de un mes de estar viviendo allí, Easterling consiguió aparecer en el videoclip de J Balvin. “Fue sin duda la cosa más grande que hice, aparecí en el video de la canción Qué locura. Ahí sentí que verdaderamente tenía que hacer esto y tengo que quedarme”, dijo Malen Easterling. Nueva York está considerada como una ciudad global, dadas sus influencias a nivel mundial en los medios de comunicación, en la política, en la educación, en el entretenimiento y la moda. “Si no hubiese venido, jamás podría haber logrado tantas cosas en solo dos años como modelo profesional. Modelé para la marca de botas Uggs, por lo que trabajé para varios locales modelando esas botas; también con marcas de jeans y otras prendas de ropa”, contó la nicoleña.
Entre tantas empresas a las que ha modelado, Easterling esbozó que “haber venido desde San Nicolás y hoy estar en Nueva York logrando cumplir mis sueños, me genera un orgullo muy grande. Creo que todo viene de la actitud, de la forma de ser, de estar siempre agradecida y cuidar los contactos que uno va haciendo”.
Entre las experiencias que contó en diálogo con EL NORTE, Malen Easterling fue parte del New York Fashion Week o Semana de la Moda, como se lo conoce en español. “Fue un evento donde logré demostrar mis habilidades y más que nada ser parte de lo más importante de la industria de la moda. Cuando uno está en la pasarela, te cuesta creer lo que estás haciendo, pero era algo que se sintió muy real, donde había gente famosa y sinceramente lo sentí muy de película. Fue una sensación irremplazable”, explicó entre risas la nicoleña.
Otras actividades
Malen Easterling es profesional hace dos años, con 24 años logró objetivos casi imposibles de alcanzar en una carrera de esta índole. Pero no todo es miel sobre hojuelas, dado que sus actividades en el modelaje son algo semanal y no diario como le gustaría.
“Aún no puedo decir que vivo de lo que amo, porque todavía me falta crecer mucho y para mí recién empiezo. Doy clases de español en una escuela para poder subsistir y es algo que me gusta mucho. Es un ambiente de trabajo increíble y tengo muchas libertades, me dejan salir antes si tengo sesiones de fotos o compromisos con alguna empresa o evento”, manifestó Easterling.
Para concluir, la nicoleña afirmó: “Creo que el truco es trabajar muy duro y aceptar lo que es para cada uno. Así empecé a quererme como soy, a fortalecer mis virtudes y trabajar en mis debilidades. Me gusta creer que todo se da como tiene que ser”.