Desde las 00 horas de mañana jueves, la Federación de Asociaciones Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) convocó a un paro nacional en medio de una puja salarial con las cámaras empresarias del sector. Ante tal decisión, en distintos puntos de la ciudad no habrá atención. “Todo el personal que no tiene atingencia a las urgencias tiene libertad de acción”, subrayó Mónica Chungo, referente del gremio en San Nicolás.
De la redacción de EL NORTE
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Durante toda la jornada, el cese de actividades en el área sanitaria se hará sentir a nivel nacional tras el anuncio de Héctor Daer, Secretario General de la Federación de Asociaciones Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA). “Llevaremos adelante todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial de nuestros compañeros”, explicó el sindicalista al anunciar la medida de fuerza que mañana se tornó efectiva. “Sin salario no hay salud”, resaltó en un breve comunicado difundido a través de redes sociales.
Vale destacar que el paro no aplica a la totalidad del sector, dado que lo correspondiente a guardias médicas y sectores de alta complejidad seguirá con sus tareas habituales.
A nivel local también habrá réplicas. “Es un paro de 24 horas producto de la negativa por parte de la cámara empresarial de firmar los acuerdos paritarios”, destacó Mónica Chungo, referente de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) San Nicolás.
No obstante, aclaró qué modalidad adoptaron en la ciudad: “Se mantienen las guardias mínimas y los sectores de alta complejidad van a estar cubierto. Todo el personal que no tiene atingencia a las urgencias tiene libertad de acción”.
Reclamo
En un comienzo de año ajetreado por los elevados porcentajes de inflación y las usuales discusiones paritarias, el ámbito sanitario puso el grito en el cielo para manifestar su descontento ante un panorama estancado. “Quedamos muy abajo con los salarios, los últimos aumentos que tuvimos corresponden a noviembre y diciembre, que fue del 17,5% en cada mes. En enero se estableció la suma fija de 70 mil pesos, aunque muchas empresas aún no lo han pagado y deben ponerse al día porque el plazo venció el 9 de febrero”, subrayó Chungo en diálogo con “Vamos Viendo” (Radio U 89.9).
Consultada respecto al porcentaje que reclaman desde FATSA, la nicoleña destacó que la tendencia inflacionaria complica determinarlo con certeza: “Hoy no hay un porcentaje definido. El planteo es seguir con lo que hizo siempre, firmar una paritaria que acompañe a la inflación, sino siempre quedamos detrás”. “Los salarios quedan muy bajos y el dinero no alcanza”, aseveró.
Dardos
Aunque en primera instancia Mónica Chungo destacó que “la mayoría de las empresas, consultorios médicos e institutos están al día con los sueldos y el bono”, la relación entre las partes no llega a buen puerto. “Las prepagas han aumentado de manera terrible y sobrepasa la inflación”, comenzó su descargo la representante del gremio. En esa misma línea, resaltó: “Ellos (por las firmas prestadoras) siempre van a quejarse y decir que no tienen dinero, pero estamos acostumbrados a los empresarios ricos con trabajadores pobres. Siempre fue así”.
Por otro lado, Chungo se refirió de manera crítica sobre el estado de la atención en la ciudad: “Hay muchos afiliados que además de su obra social de origen eligen pagar un poco más para poder estar mejor atendidos, aunque esto no se cumple. En la ciudad de San Nicolás no hay una buena salud”.
Además, no recibió positivamente la decisión del Colegio de Médicos bonaerense de cobrar un bono complementario no reintegrable. “No voy a poner en discusión la tarea de los médicos, pero es cierto que son trabajadores de la sanidad, son compañeros que a la hora de atender cobran como si fueran un trabajador cualquiera. Aun sabiendo que el resto tiene un sueldo muy bajo”, manifestó y añadió: “No hay parámetros, cualquiera cobra cualquier cosa. Es muy descabellado lo que está sucediendo”.
Para concluir, la gremialista dio sus augurios respecto al horizonte del área luego de conocerse las medidas del Gobierno nacional apuntadas a la desregulación de obras sociales y prepagas. “El futuro es preocupante, no sabemos dónde va a terminar todo esto. Nadie le pone un freno a nada, asusta la incertidumbre que estamos viviendo. Nosotros vamos a seguir luchando para ver si los empresarios cumplen con los que les corresponde”, sentenció Chungo.