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sábado, enero 4, 2025
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Los perros podrían estar viviendo una nueva fase de domesticación: la tercera oleada evolutiva

Un estudio sugiere que los perros están entrando en una tercera oleada de domesticación, marcada por una mayor sensibilidad emocional y adaptabilidad a la vida moderna. Esta nueva fase evolutiva, liderada por los perros de servicio, destaca el impacto de la convivencia estrecha con los humanos en su comportamiento y biología.

La convivencia estrecha entre perros y humanos estaría desencadenando una tercera oleada de domesticación en los canes, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Linköping, Suecia, y publicado en The Atlantic. Este fenómeno podría marcar el inicio de una nueva etapa en la evolución de estos animales, caracterizada por una mayor sensibilidad emocional y adaptabilidad a la vida moderna.

Históricamente, los perros eran valorados como animales de trabajo, desempeñando roles esenciales en la seguridad del hogar y el pastoreo. Sin embargo, con el tiempo, su función principal se transformó, priorizando la compañía y el afecto que brindan a los humanos. Este cambio ha ido moldeando tanto su comportamiento como su biología.

Una de las claves de esta nueva fase evolutiva es el aumento de la sensibilidad de los perros a la oxitocina, conocida como “la hormona del amor”. Este rasgo, vinculado a la conexión emocional y la sociabilidad, refuerza su capacidad para relacionarse estrechamente con las personas.

El estudio también señala una diferencia notable entre los perros domésticos y los perros de servicio. Estos últimos, diseñados para cumplir tareas específicas en apoyo a los humanos, muestran niveles más altos de obediencia y cognición social. Según los investigadores, esto los convierte en los canes mejor adaptados a las exigencias del siglo XXI y los coloca al frente de esta tercera oleada de domesticación.

La investigación proyecta que esta nueva etapa evolutiva dará lugar a perros aún más amistosos y adaptables, completamente integrados en la vida cotidiana humana. Un reflejo más de cómo la interacción entre especies no solo enriquece nuestras vidas, sino también moldea el curso de la evolución.