LOS ALIMENTOS BÁSICOS SUBIERON EL DOBLE QUE EL SALARIO EN LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS

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En los últimos 10 años, los precios de los alimentos básicos aumentaron más del doble que el salario mínimo y subieron más del 50% por encima de la jubilación mínima.

Dicho de otra manera, con el salario mínimo hoy se puede comprar menos de la mitad de los alimentos que se adquirían en abril de 2011. Y con la jubilación un tercio menos que en aquel momento.

Es la conclusión, con los precios de los componentes de mayor peso en la Canasta Básica Alimentaria que regían en abril de 2011 y 10 años después, del Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba.

Del estudio surge que, en promedio, esos alimentos básicos aumentaron un 2.413%, la jubilación mínima un 1.575% y el salario mínimo 1.074%. De ahi resulta, con relación a los precios de esos alimentos, una caída del salario mínimo del 53% y un retroceso del haber mínimo del 33%. 

  • Los alimentos que más aumentaron de precio fueron la batata (3.483%) y las carnes (3.152%).
  • Con menores aumentos se destacan la papa negra (1.224%) y azúcar blanca tipo A (1.804%).

El trabajo señala ”que los 19 alimentos evaluados (principales componentes) de la Canasta Básica Alimentaria, sufrieron -durante los últimos 10 años- una variación en pesos acorde al ritmo inflacionario argentino”.

“En cambio, cuando el comparativo -de esos mismos componentes- se realiza en dólar oficial o paralelo, se advierte que los mismos o bien se mantuvieron, o (principalmente cuando se cotizó en dólar blue) decrecieron, particularmente durante los últimos dos años (2020-2021) en que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo fue, en varias ocasiones, abismalmente amplia”, indica el informe.

La conclusión del estudio es que “resulta innegable entonces, que Argentina vive continuamente bajo un efecto ‘passthrough‘, es decir que cada suba del tipo de cambio, impacta de manera directa en los precios al consumidor. Este fenómeno, dolencia crónica de nuestro país, alcanza un nivel inusitado de gravedad en el marco de una economía maltrecha hace tiempo y acorralada por una crisis sanitaria a nivel mundial”.

El estudio agrega que “el salario mínimo vital y móvil (SMVM) y la jubilación mínima crecieron pero se mantuvieron muy lejos de los incrementos sufridos por la canasta básica alimentaria, y que convertidos a dólares (oficial y blue) han sufrido substanciales pérdidas. Esto inevitablemente derivó en un sensible deterioro del poder adquisitivo – primordialmente en los sectores vulnerables y adultos mayores – y en serias dificultades para acceder al conjunto de alimentos básicos; lo que por ende se traduce en un sostenido crecimiento de la pobreza y la indigencia”.