Daniel Goró Gaitán fue condenado por el Tribunal Nº 2 a 4 años de prisión por robo triplemente calificado por ser cometido con efracción, escalamiento y por el uso de arma blanca. El imputado fue sorprendido en pleno ilícito por lo que -bajo el procedimiento de flagrancia- el proceso duró tres meses.
De la redacción de EL NORTE
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El hecho por el que se condenó a Goró Gaitán, de 35 años, había sucedido en setiembre de este año. El imputado fue sorprendido por el dueño de casa dentro de su propiedad de donde escapó por la ventana abandonando los objetos acopiados con fines de robo, al pretender retirar su moto estacionada en la vereda y al ser increpado por la víctima lo amenazó con un cuchillo. Inmediatamente fue detenido por la policía que había sido alertada por la esposa del propietario. Ante las características del hecho el imputado, a pedido del fiscal, fue procesado bajo el procedimiento especial de flagrancia que acorta los tiempos de la instrucción de la causa debido a la evidencia de los hechos, muchos de los cuales no necesitan ser probados. El procedimiento especial de flagrancia se aplica a los supuestos en que el sospechado de haber cometido un delito doloso hubiera sido sorprendido en el momento de cometerlo o inmediatamente después, o mientras es perseguido por los funcionarios de las agencias policiales, la víctima o terceros, o bien posee elementos o rastros que permitan inferir su intervención en una conducta delictiva.
El Tribunal Oral Nº2 presidido por el Magistrado Alejandro López encontró culpable a Goró Gaitán por Robo triplemente calificado por efracción, escalamiento y por el uso de armas en grado de tentativa y lo condenó a una pena de 4 años de prisión. El proceso duró 3 meses y 9 días, un tiempo record respecto de los largos procedimientos de la justicia.
El fiscal Julio Tanús había pedido la aplicación de una pena de 4 años y 6 meses de prisión de efectivo cumplimiento y que se tuvieran en cuenta como agravantes los antecedentes “frondosos” del imputado por delitos contra la propiedad y las lesiones causadas a la víctima femenina. El Defensor Oficial, Joaquín Castro adujo que el hecho no existió y que la cuestión conflictiva fue la existencia de una deuda previa y una posterior falsa denuncia por lo que pidió absolución.
El fiscal Julio Tanús había pedido la aplicación de una pena de 4 años y 6 meses de prisión de efectivo cumplimiento y que se tuvieran en cuenta como agravantes los antecedentes.
Los hechos
El juez consideró probado que el 19 de septiembre aproximadamente a las 15,30 Daniel Alberto Goró Gaitán, previo saltar un tapial de cerco perimetral de ladrillos vistos de 2 metros de altura, ejercer violencia y romper una puerta de chapa que da a la parte trasera de la vivienda ubicada en calle Nación al 1700 ingresó a la finca con el fin de apoderarse de manera ilegítima de un televisor 42 pulgadas marca Samsung y de otros elementos sin poder lograr su cometido por razones ajenas a su voluntad, ya que fue sorprendido en plena tarea, por el propietario de la vivienda a quien luego amenazó con un cuchillo.
En tanto la víctima había relatado en sede judicial que el día del hecho salió con su esposa de la casa para hacer compras, que volvieron alrededor de las tres de la tarde y que al llegar encontraron una moto en el cordón de la vereda frente a su casa y que tenía una mochila enganchada del manubrio. Dijo también que el portón exterior de su vivienda estaba abierto, que paró su camioneta y bajaron del rodado. Al descender le dio la impresión de que le habían entrado a robar. Vio una persiana levantada y la celosía abierta. En ese interín, pudo ver por una “ventanita” que había alguien adentro y que cuando logró entrar el sujeto ya no estaba. Constató que la vivienda estaba completamente revuelta y que sus objetos de valor estaban preparados para ser llevados. En especial, un televisor del tipo led, que estaba dentro de un paquete o “mono” hecho con una frazada. Cuando abrió la puerta y no halló a nadie, se percató de que el sujeto que estaba afuera era el mismo que antes estaba adentro. Esta persona llegó a la esquina y se volvió para buscar la moto que estaba delante de su vivienda por lo que le recriminó que había entrado a su casa a robar. Que esta persona tenía una mano en el bolsillo del buzo y le decía que le iba “a pegar un tiro” después sacó del bolsillo un cuchillo de cocina, hubo un intercambio o pelea entre ambos dado que el declarante, a fin de que el sujeto no pudiera escaparse le retuvo la moto que había quedado en la vereda con la mochila, maniobra que le permitió retenerlo hasta la llegada de las fuerzas policiales.
