La dinámica del Paraná en el tramo que cruza San Nicolás revela un panorama de lenta recuperación, condicionado por factores climáticos y las variaciones en los aportes de caudal provenientes de las cuencas superiores. Las proyecciones para el primer trimestre del año destacan una estabilización con posibles ascensos moderados, aunque persisten niveles por debajo de lo esperado para esta época del año.
De la redacción de EL NORTE
[email protected]
El río Paraná, a la altura de San Nicolás, presenta una leve pero sostenida recuperación de sus niveles tras un fin de 2024 marcado por precipitaciones inferiores a lo normal en gran parte de su cuenca. Los registros de Prefectura Naval Argentina muestran que, desde inicios de enero, los niveles diarios del río han oscilado entre los 1,74 metros registrados el 1 de enero y un mínimo de 0,58 metros el 17 de enero, para luego mostrar una tendencia gradual de ascenso hasta los 1,04 metros registrados el 21 de enero.
Según el informe emitido por el Instituto Nacional del Agua, la cuenca del Paraná ha sido influenciada por un escenario climático dominado por condiciones neutrales del fenómeno ENSO (El Niño-Oscilación del Sur), que, junto con un déficit pluviométrico acumulado en las áreas de aporte directo, ha generado niveles inferiores a los normales para esta época del año. Durante diciembre, aunque se registraron precipitaciones normales o superiores en algunas zonas, como el Alto Paraná e Iguazú, estas no fueron suficientes para revertir el descenso en las secciones inferiores del río.
Actualmente, el río Paraná se encuentra en aguas medias bajas, con una leve tendencia de ascenso de base. Las proyecciones para las próximas semanas apuntan a una estabilización en estos niveles, con posibilidad de un leve incremento debido a mayores erogaciones desde las represas del Alto Paraná, como Itaipú.
Sin embargo, las precipitaciones previstas para el trimestre enero-febrero-marzo 2025 en el noreste de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe -área que incluye a San Nicolás- son normales o inferiores a lo normal, lo que podría limitar una mejora significativa en los niveles del río.
En este sentido, el Paraná muestra signos de estabilización tras un período de marcados descensos. Esta tendencia refleja el comportamiento general del tramo medio e inferior del río, donde los aportes desde las secciones superiores han contribuido a frenar la caída de los niveles.
Las lluvias previstas en las cuencas generadoras de caudal, como el Alto Paraná y el Iguazú, podrían sostener la leve recuperación observada en nuestra zona. Sin embargo, las proyecciones generales para el sistema hídrico del Paraná sugieren que los niveles se mantendrán mayoritariamente por debajo de los valores históricos normales durante el primer trimestre del año.
En este contexto, se espera que los niveles en la región sigan oscilando entre aguas bajas y medias bajas, con posibilidad de ligeros ascensos que dependerán en gran medida de las precipitaciones en las semanas próximas.
San Nicolás enfrenta así un panorama de vigilancia constante sobre el comportamiento del río, fundamental para planificar actividades productivas, logísticas y recreativas que dependen de sus niveles. Mientras tanto, la comunidad seguirá atenta a los pronósticos y las medidas de gestión que puedan implementarse para mitigar los efectos de esta prolongada situación de bajos caudales.
Te puede interesar: https://diarioelnorte.com.ar/san-nicolas-y-la-region-nucleo-enfrentan-una-campana-agricola-marcada-por-la-sequia/