Se trata de un proyecto de resolución presentado en el Capitolio que incluye a otros países deudores y solicita una megaemisión de Derechos Especiales de Giro, la “moneda” del FMI, para atenuar las consecuencias económicas, sociales y sanitarias de la pandemia.
Luego de la reunión del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Gregory Meeks, cerca de setenta legisladores demócratas presentaron en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos un proyecto de Resolución que solicita a la Casa Blanca que exija al Fondo Monetario Internacional (FMI) la suspensión de los pagos de “todos los servicios de la deuda” a la Argentina y otros países deudores hasta que concluya la crisis global causada por el COVID-19.
Propuesta
La iniciativa parlamentaria presentada con el nombre de “Una Contundente Respuesta Global a la Pandemia del COVID-19”, establece que la Casa Blanca, a través de la Secretaría del Tesoro, reclame también al FMI que “relaje los objetivos fiscales de todos los programas” acordados o por acordar con “los países que están buscando financiación” en ese organismo multilateral, mientras la pandemia continúe.
Emisión
El proyecto, además, propone que el director de los Estados Unidos en el FMI vote a favor de la emisión de al menos 3000 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (DEG) para que “los gobiernos tengan acceso adicional a recursos financieros para responder a la pandemia global de COVID-19″.
La novedosa iniciativa legislativa es consecuencia del trabajo conjunto entre el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y Gregory Meeks, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Capitolio. Massa y Meeks tienen muy buena relación y ambos consideran clave el papel de Estados Unidos al momento de facilitar las negociaciones de los países deudores con el FMI.
Argumento
Massa informó sobre esta acción en el Capitolio al presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, y será un argumento más cuando haya que explicar al board del Fondo Monetario Internacional que en medio de la pandemia es casi imposible aceptar un acuerdo de Facilidades Extendidas con plazo exiguo e intereses altos.