El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó este viernes que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, “se asustó” tras el lanzamiento del novedoso misil ruso de alcance intermedio Oréshnik.
En relación a los ataques con misiles de largo alcance ATACMS y Storm Shadow, de producción estadounidense, y británica, respectivamente, el canciller ruso aseveró que, sin la implicación de Occidente, “ninguno de esos misiles habría llegado a ninguna parte”.
“En cuanto a la reacción a nuestra respuesta, según tengo entendido, Zelenski se asustó y empezó a acusar a sus amos de dejarle desarmado ante semejante acción por parte de la Federación Rusa. Probablemente, este es un resultado útil, porque estar más cerca de la realidad, sentirla en tu propia piel, ya es útil”, expresó el jefe de la diplomacia rusa.
Con respecto a lo que se puede esperar de la Administración saliente del presidente estadounidense, Joe Biden, Lavrov destacó que en su decisión de “dejar a los británicos y los franceses usar Storm Shadow y SCALP” hay “un elemento de dejar un legado tan malo como sea posible para la próxima Administración”.
“No descarto que este deseo de, perdónenme mi jerga, fastidiar se manifieste también en las condiciones actuales”, opinó el canciller ruso.
Por su parte, el jefe de la Oficina de Análisis Político- Militar de Rusia, Alexandr Mijáilov, aseguró que “los militares norteamericanos participan en el guiado de misiles (…) y coordinan sus vuelos para lanzar el ataque”.
“Podemos afirmarlo con total seguridad”, declaró Mijáilov al sitio Sputnik News.
Según explicó, “los Atacms utilizan datos de navegación por satélite que proporciona el Ejército de los Estados Unidos; la selección de objetivos y sus coordenadas corre a cargo de especialistas técnico-militares estadounidenses y el proceso de carga de la misión de vuelo en la cabeza de guiado del misil lo llevan a cabo soldados norteamericanos”.
“El lanzamiento no puede llevarse a cabo sin los oficiales estadounidenses. [Washington] no transferiría ni los algoritmos, ni los códigos, ni los mecanismos de introducción de coordenadas en los Atacms a los oficiales de las Fuerzas Armadas ucranianas”, destacó Mijáilov.
A su vez, el exoficial de inteligencia del Cuerpo de Marines estadounidense Scott Ritter se hizo eco del académico ruso cuando declaró que “los Atacms no pueden ser operados por nadie más que por personal de los Estados Unidos”.
Y confirmó la explicación de Mijáilov, aportando otros detalles.