La medida responde a la preocupación por la acelerada escalada de precios que ha afectado significativamente los ingresos reales de los ciudadanos.
El Gobierno ha solicitado a las compañías petroleras que reduzcan la velocidad de los incrementos en los precios de la nafta, en un intento por mitigar el impacto económico en los consumidores. La medida responde a la preocupación por la acelerada escalada de precios que ha afectado significativamente los ingresos reales de los ciudadanos, exacerbando el contexto de inflación que atraviesa el país.
En lugar del cronograma previamente establecido para alcanzar la paridad de exportación en marzo, las petroleras implementarán un plan más extendido para ajustar gradualmente los precios de los combustibles. Si bien los aumentos continuarán, se espera que esta nueva estrategia contribuya a una recomposición menos abrupta de los ingresos del sector, al tiempo que se busca alinear los precios de los combustibles con los estándares internacionales.
El cambio de Gobierno ha traído consigo una serie de aumentos rápidos en los precios de la nafta y el gasoil en todo el país. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, YPF ha ajustado el costo de la nafta Premium en varias ocasiones en los últimos meses, lo que ha llevado a un aumento del 163% en poco más de dos meses.
La disminución en la velocidad de avance de los precios ya es un hecho. Fuentes del sector resaltaron que el último incremento del 6,5% del 1° de febrero pasado solo contempló la suba del impuesto a los combustibles y al ajuste también al alza que tuvieron los precios de biocombustibles que se utilizan para corte, aunque no se tomó en cuenta el crawling peg, es decir, el paulatino aumento del dólar oficial.