Las estaciones de servicio locales no cuentan con combustible para ofrecer a sus clientes.
Las estaciones de servicio locales no cuentan con combustible para ofrecer a sus clientes. En Villa Ramallo, durante la noche del viernes, no había nafta, ni diésel. En Pérez Millán, los vecinos hacen una larga cola a la espera de que le vendan un máximo de 20 litros por vehículo.
Gonzalo García, responsable de la estación de servicio YPF en Villa Ramallo, explicó que “tenemos un serio problema de abastecimiento por parte de la compañía que deriva de un serio problema de precio, básicamente. A partir del congelamiento de precios después de las elecciones PASO, que fue determinado por el gobierno hasta el 31 de octubre, generó un problema de abastecimiento. También nosotros mantenemos el precio del combustible, que en otras estaciones lo han subido de manera unilateral, y eso hace que tengamos una sobredemanda, que no es natural en nuestra estación, donde YPF tampoco nos da más combustibles para despachar”.
En Ramallo las complicaciones también se ven reflejadas en el sector agropecuario e industrial, García sostuvo que “el otro problema grave que nos afecta a nosotros, que vivimos en una ciudad muy relacionada con el sector agropecuario, es que a nivel mayorista, digamos, el precio no está congelado, entonces fueron aumentando el precio siguiendo el ritmo de los aumentos tanto del crudo como del dólar, y hay una diferencia de precio terrible también cuando el consumidor va a buscar gasoil, entonces el transportista se vuelca a las estaciones de servicio que lo tenemos muchísimo más barato, y eso también nos presiona la demanda”.
También remarco el cuadro de costos que tienen los estacioneros, “se dan dos situaciones, una no poder tocar lo que es el precio, porque hay un acuerdo, y tampoco la posibilidad de despachar más combustible cada vez que vengan a recargar. Nosotros a nivel empresa, a nivel comercio tenemos un serio problema de ecuación de las ventas congeladas y los costos librados, con lo cual como empresa tenemos un problema”, destacó.
La incertidumbre se apodera de los transportistas, quienes ven con preocupación cómo esta situación podría afectar sus actividades cotidianas. Néstor Ruiz, un transportista de la zona, describió la difícil realidad actual: “Estamos viviendo mal porque no hay combustible. Te dan 50 litros, en algunos casos solo 30 litros, o simplemente te dicen que no hay. Están esperando un aumento del martes. Quieren llevar el precio del gasoil a $1000, pero bueno, esta es nuestra Argentina”, afirmó.