Un taxista murió hoy luego de resistirse al robo de su vehículo, a manos de un delincuente de 20 años con antecedentes penales, y ser arrastrado a gran velocidad en el capó del vehículo para después ser despedido del rodado, en el barrio porteño de Boedo.
Fuentes policiales revelaron que el ladrón ya había sido detenido el mes pasado, pero no estuvo preso ni siquiera 24 horas, a pesar de que había sido hallado con una moto con denuncia de sustracción.
El robo al taxista se produjo pasadas las 11:00 en la intersección de la Avenida San Juan y la calle Pichincha cuando el hombre se detuvo para comprar en una panadería y fue abordado sorpresivamente por el agresor cuando bajaba del rodado.
El conductor, identificado como Timoteo Tintilay, intentó resistirse y se subió al capó del auto, pero igualmente el asaltante arrancó y manejó a gran velocidad con el damnificado encima por la avenida Garay hasta el cruce con la calle Maza, donde se produjo un choque contra un Peugeot 206.
A raíz de la colisión el taxista salió despedido, al tiempo que se inició un incendio menor en el rodado que fue combatido por los Bomberos de la Ciudad.
Luego del choque el ladrón intentó darse a la fuga a pie e incluso intentó robar una moto pero al no poder encenderla la dejó tirada en el asfalto.
El sujeto, finalmente fue reducido a pocos metros por efectivos de la Comisaría Vecinal 5B de la Policía de la Ciudad en la calle Tarija al 4200.
El taxista fue derivado de urgencia al Hospital Penna, donde falleció horas después como consecuencia de un paro cardiorespiratorio.
Por otro lado, el conductor del Peugeot 206 se encuentra estable con una herida cortante en el cuero cabelludo con Traumatismo Encéfalo Craneano.
Interviene en la causa el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional número 7, a cargo de Omar Aníbal PEralta, quien ante la Secretaría número 121 de Silvia Beatriz Damiano, dispuso la detención del involucrado por “tentativa de robo y lesiones” y luego, tras conocerse el fallecimiento del taxista, cambió la carátula a “Homicidio”.
Este delincuente, el pasado 8 de diciembre, había sido detenido en la intersección de las calles Chacabuco y Alsina empujando una moto Honda Xr 250.
Al ser demorado por el personal policial admitió no contar con los documentos de la motocicleta y a los minutos se hizo presente un joven de 25 años señalando que la moto era de su propiedad y que fue sustraída en las calles Perú e Hipólito Yrigoyen, en el barrio porteño de Monserrat, donde se encontraba estacionada.
En aquella ocasión intervino el Juzgado Criminal y Correccional número 5, a cargo de Manuel De Campos, quien ordenó la detención y al día siguiente dispuso la liberación desde la Comisaría Vecinal 1D.
“La Justicia lo dejó en libertad 24 horas más tarde, lo que nos lleva a pensar que la muerte de este trabajador es tan injusta como innecesaria”, sostuvo el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro.