“La última actualización del subsidio que recibimos fue en octubre pasado. Es el mismo monto desde hace cuatro meses, y como es de público conocimiento todo ha aumentado terriblemente, incluso los servicios y el transporte. La realidad es que los chicos tienen hambre”, manifestó a EL NORTE la tesorera Ana Erausquin y reconoció las donaciones de empresas y particulares. Quienes deseen colaborar pueden hacerlo al 336 4220548
De la Redacción de EL NORTE
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La Casa del Niño de Urquiza 235 trabaja todo el año (excepto enero) en doble jornada, para otorgar desayuno, almuerzo y merienda a 48 niños y niñas de familias en situación de vulnerabilidad. Además de brindar atención integral y algunos elementos necesarios para la actividad escolar y de la vida diaria. EL NORTE consultó a la tesorera Ana Erausquin sobre la situación actual. La calificó como “crítica”.
“La situación de la Casa del Niño es como todo: crítica. La última actualización del subsidio que recibimos fue en octubre pasado. Es el mismo monto desde hace cuatro meses, y como es de público conocimiento todo ha aumentado terriblemente, incluso los servicios. Tuvimos que dar de baja el teléfono fijo después de muchísimos años. La realidad es que los chicos tienen hambre. No sé si es que almuerzan acá y en la casa luego no comerán. Además, es una edad en la que están creciendo. Las donaciones de ropa, todo se entrega. Ahora, mucho de esto se agrava con el aumento del boleto. Hay padres que tienen tres chicos, por ejemplo, y traer los chicos en colectivo es muy caro. El aumento del boleto partió al medio a las familias. Y el boleto para el personal no tiene descuento”, marcó.
Obras pendientes y crisis
Erausquin consideró entre las preocupaciones, el notable incremento de precios que han registrado los artículos de librería. “No podemos comprar, pero compartimos las donaciones de estos productos. Mucha gente va donando ropa y uniformes y les vamos pasando a los chicos”, aclaró.
Por otra parte, la obra que se comenzó en el techo no se pudo culminar. “Habría que hacer muchos arreglos, pero en este momento pasan a un segundo o tercer plano. Se está como podemos. Realizaremos algunas actividades para recaudar fondos, a definir. La casa tiene muchos años, hemos pasado todo tipo de crisis, esta es una más a la cual hay que ponerle el pecho y seguir adelante. La cuota social es baja, no hemos tenido asamblea para poder aumentarla. Recién corresponde hacerla en mayo. No tenemos deudas, pero la situación es muy caótica”, agregó.
Donaciones
La tesorera de la organización reconoció: “Sí hemos obtenido aumentos en las donaciones de Maxiconsumo, y de Milenio que nos provee la carne. Nunca nos abandonan y les agradecemos muchísimo. La situación es terrible. También hemos recibido una donación de ravioles de una firma que está en Comirsa. Y los particulares que tan generosamente están presentes”.
En febrero, la casa funciona de 8 a 12, y en marzo cuando inicien las clases de 8 a 16, de lunes a viernes.
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo con alimentos no perecederos como salsa de tomate, atún, arroz, arvejas, choclo, fideos. Con verdura y fruta, artículos de librería, de limpieza, de higiene personal, también. “Se cocina todos los días, casero y fresco”, destacó y apeló a la solidaridad de los nicoleños y nicoleñas. El teléfono de contacto es 336 4220548.