Natalia, la empleada de la panadería que ayudó a salir del auto a la joven de 20 años que estaba siendo abusada sexualmente en el barrio porteño de Palermo, denunció que fue amenazada por los acusados, que le dijeron: “Ya sabemos dónde trabajan y vamos a volver, hijos de puta. Los vamos a matar a todos”.
NA pudo acceder a la denuncia que Natalia radicó en las últimas horas en la Fiscalía Norte del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires junto a su abogado Marino Cid Aparicio y tras la presentación, la Justicia le otorgó un botón antipánico y una consigna policial en su casa y también en la panadería en la que trabaja.
“Vengo a denunciar que he sido víctima del delito de amenazas el pasado lunes 28 del corriente mes y año en la intersección de las calles Serrano 1397 en momentos en que nos apercibimos de que una persona de sexo femenino estaba siendo abusada en el interior de un vehículo e intentamos ayudarla para que los autores cesaran en su accionar”, comienza la denuncia.
Luego la mujer manifiesta que los seis detenidos comenzaron con las amenazas tras ser descubiertos y ella y su pareja al instante llamaron a la Policía y mientras eran detenidos: “continuamente nos referían frases amenazantes como la que reseñamos anteriormente”, continua la denuncia.
Natalia indica además que decidió realizar la denuncia porque la causa y el hecho tomaron una trascendencia muy importante en los medios de comunicación y siente temor a “represalias de la familia de los acusados”.
La investigación por la violación grupal está a cargo del juez Marcos Fernández y el fiscal Eduardo Rosende, quienes intentan determinar el rol de cada uno de los detenidos en el hecho.
Hasta el momento ninguno de los acusados declaró y la joven abusada, después de varios días, logró dar su testimonio a pesar de encontrarse “muy afectada” por lo que sucedió.
Todos los testigos ratifican que al momento de ser encontrados in fraganti cometiendo el delito de abuso sexual había cuatro hombres dentro del auto Volkswagen Gol de color blanco y la joven no podía mantenerse despierta, mientras que los otros dos acusados estaban del lado de afuera del vehículo tratando de cubrir la situación.