La estación fue lanzada al espacio el 20 de noviembre de 1998 y lleva 25 años activa.
La estación gira alrededor de la Tierra cada 90 minutos a una altitud de poco más de 400 kilómetros (250 millas) y fue sede de miles de experimentos científicos.
En su estructura se investigó todo tipo de fenómenos, desde el proceso de envejecimiento de los humanos hasta la fórmula de nuevos tipos de materiales.
Space X, la empresa de Elon Musk, tendrá una misión vital para el futuro: la NASA le encargó la construcción de una nave espacial capaz de desorbitar la Estación Espacial Internacional.
La misión esta planificada para 2030, año en el que la estación orbital culminará su vida útil. A través de un comunicado, la agencia estadounidense dio a conocer el pedido, así como también los detalles del contrato entre ambas partes: en total, el presupuesto asignado por la NASA para el desarrollo de la nave será de u$s843 millones.
Al momento de su retirada, la estación habrá estado 32 años activa. En todo ese lapso, los científicos y astronautas realizaron más de 3000 experimentos en medicina, biología, física, etc.
La misión para su retirada no será nada fácil. Se deberá crear una aeronave que sea capaz de acoplarse y “remolcar” la estación, empujándola fuera de la órbita terrestre, provocando su caída en la Tierra. Se espera que los restos de la ISS caigan en la zona más deshabitada del Pacífico Sur, el área alrededor de Punto Nemo (Este es el lugar más alejado de cualquier costa)