Esta semana se esperan altas temperaturas en nuestra ciudad. En este contexto es fundamental una buena hidratación, en especial para quienes realizan deportes.
Esta semana, se pronostica en nuestra ciudad temperaturas elevadas, alcanzando los 32 °C durante el día, y manteniéndose cálido incluso en la noche, con mínimas de alrededor de 18 °C. Con este panorama, la hidratación se vuelve esencial para quienes practican deportes al aire libre o realizan actividad física intensa, ya que el calor aumenta la pérdida de líquidos y electrolitos, elementos clave para el rendimiento y la seguridad durante el ejercicio.
La deshidratación puede reducir el rendimiento deportivo y elevar el riesgo de sufrir un golpe de calor. Para contrarrestar estos efectos, los expertos recomiendan una hidratación constante y adaptada al nivel de actividad. Se debe beber agua antes, durante y después del ejercicio, incluso si no se tiene sed, pues la sed es un signo tardío de deshidratación. Se aconseja consumir entre 100 y 250 ml de agua cada 15-20 minutos de actividad física. Además, el uso de bebidas isotónicas es útil para reponer electrolitos esenciales como el sodio y potasio, especialmente en ejercicios de larga duración o alta intensidad
Para reducir el riesgo de golpe de calor, se sugiere entrenar en horas de menor radiación solar, como temprano en la mañana o en la tarde-noche, evitando así el sol directo y las altas temperaturas. También es recomendable usar ropa ligera y de colores claros, que permita la transpiración, y un protector solar adecuado.
Hidratación cotidiana en climas calurosos
Para el día a día en climas cálidos, se recomienda beber agua frecuentemente sin esperar a sentir sed. El consumo ideal es de 2 a 2,5 litros diarios, distribuidos en varias tomas. Consumir alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, también contribuye a mantener una buena hidratación, ayudando al organismo a regular su temperatura y evitar síntomas de deshidratación, como fatiga o dolor de cabeza
Estas pautas son esenciales para mantener la salud y el rendimiento físico durante el verano o en ambientes de calor extremo, tanto en la actividad deportiva como en la vida cotidiana.