En los últimos días, distintas consultoras han marcado una notable caída en la imagen del presidente Javier Milei entre los votantes que lo eligieron en las elecciones generales. Aun así, el mandatario hizo caso omiso a esos números y aseguró que vino “a poner de pie a Argentina”.
En los últimos tres meses, la imagen del máximo mandatario de Argentina, Javier Milei, cayó entre los votantes del PRO y de La Libertad Avanza.
La figura del Presidente tuvo una pérdida del 11% en la aprobación de su gestión entre los militantes propios y un 36% entre los que votaron a Patricia Bullrich en las últimas elecciones presidenciales.
La consultora Casa Tres realizó una evaluación de la gestión libertaria entre los distintos votantes con una marcada desaprobación hacia el Gobierno Nacional. Con respecto a quienes habían votado a la candidata Patricia Bullrich y luego eligieron por Milei, el descontento pasó de un 14% en junio, a un 36% en septiembre, arrojando un crecimiento de 22%.
También se marcó una caída en la imagen para quienes optaron por LLA. La disconformidad con Milei aumentó un 3% en los últimos cuatro meses. (del 9% al 12%). A nivel general, en tanto, muestra que la evaluación negativa sobre Milei, subió 7% (pasó de un 46% en junio, al 53% en septiembre).
Mientras que una investigación realizada por la plataforma D’Alessio Irol, analizó el actuar del Gobierno Nacional desde su comienzo y sorprendieron los resultados arrojados en el último trimestre. De un 83% que lo calificaba como “bueno” en julio, bajó a un 72% en septiembre. Por otro lado, la visión “mala” se incrementó 10% (un 16% al 26%) en el mismo periodo de tiempo.
Pero esos datos no le parecieron relevantes a Milei, y declaró que seguirá adelante con sus políticas de ajuste y recorte. “No me importa lo que pase con la imagen, a mi lo que me importa es poner la Argentina de pie”, manifestó en una entrevista.
“Yo vine a hacer el mejor gobierno de la historia, vine a poner de pie a la Argentina y que entre en un sendero que en 35 años se convierta en una potencia mundial”, añadió.
“La vieja política mira la imagen para ver que dicen y opinan a ver que dice esto o lo otro. Cuando usted cae en eso, usted se va encontrar que empieza a ceder en todas las demandas porque no quiere perder imagen y empieza a hacer un desastre fiscal que termina en una hiperinflación”, se justificó.
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