Celeste López, imputada por tentativa de homicidio, declaró durante una hora y media ante el fiscal Juan Pablo Calderón, donde afirmó que no tuvo intención de matar a Silvia Lo’Presti. Además, sostuvo que la supuesta víctima miente y que, en realidad, fue ella quien la agredió.
Tras pasar su primera noche en un calabozo de la DDI de Villa Gesell, Celeste Lorena López (44) fue nuevamente trasladada a Pinamar, pero esta vez solo para declarar ante el fiscal Juan Pablo Calderón. El pasado viernes, Calderón ordenó su detención y la acusó de intentar asesinar a Silvia Lo’Presti (61) a golpes de palo el 19 de noviembre en una cancha de golf de esa ciudad balnearia.
Lejos de rehusarse a declarar, la acusada habló durante una hora y media con el fiscal, negando haber cometido el delito que se le imputa. Además, presentó una versión completamente distinta de los hechos, señalando que Lo’Presti fue la que mostró una actitud agresiva desde el principio. Según López, la mujer la insultó y, junto a su pareja Mariano Girini (62), recibieron comentarios racistas de parte de Lo’Presti: “Me gritó ‘sos una negrita de mierda, un gato, no tenés por qué estar acá, sos del conurbano’”, relató la detenida, según informaron fuentes con acceso al expediente a Infobae.
López explicó que ella y su pareja estaban jugando al golf como de costumbre, mientras que Lo’Presti y su amiga Adriana se encontraban acostadas en la cancha. Relató que les pidieron que se movieran, pero Lo’Presti respondió de manera agresiva, alegando que no se iban a mover porque las pelotas les habían pasado demasiado cerca, algo que López negó.
Respecto al ataque con los palos de golf, López insistió en que no agredió a Lo’Presti. Según su versión, la mujer se le acercó de forma amenazante y, para defenderse, ella hizo movimientos con el palo de golf para disuadirla. Ante la pregunta del fiscal sobre por qué uno de los palos se rompió, dado que la denuncia indica que fue utilizado para golpear a Lo’Presti, López explicó que al hacer esos movimientos, golpeó accidentalmente el carrito que transporta los palos, lo que causó que se quebrara, ya que, según afirmó, “es flexible y liviano”.
López relató que, tras romperse el palo de golf, Lo’Presti se rió de la situación, pero ella y su pareja decidieron irse. Según la acusada, la mujer de City Bell las siguió en todo momento. “Entonces tomé del bolso una varilla de alineación e hice movimientos para alejarla, pero nunca la golpeé”, detalló. En su versión, Lo’Presti tropezó al echarse hacia atrás y cayó al suelo. Ante la pregunta del fiscal sobre cómo la víctima terminó con golpes, López respondió que no sabía, sugiriendo que pudo haberse lesionado al caer. “Yo no quise matarla”, aclaró.
De acuerdo con el relato de la detenida, ella y Girini continuaron jugando, pero Lo’Presti y Adriana no se fueron, sino que se quedaron insultándola. “Yo no la insulté, no le dije que se fueran a tomar mate al conurbano ni a Ostende, de hecho mis hijos viven en Ostende y yo soy oriunda de Garín, que está en el conurbano. Fue esta mujer la que me insultó, me dijo ‘sos una negrita de mierda, del conurbano, no tenés por qué estar acá, sos un gato’”, explicó. Además, agregó: “Es una mujer corpulenta y estaba sumamente agresiva”.
El fiscal Calderón le explicó que varios testigos ya habían declarado en favor de la versión de Lo’Presti, especialmente mencionando a un hombre que presenció toda la agresión. Sin embargo, la acusada rechazó esta declaración, argumentando que el testigo “llegó cuando la mujer ya estaba en el piso” y que simplemente “repite la versión de Lo’Presti”.
No obstante, según fuentes judiciales, uno de los testigos, de apellido Díaz, afirmó haber visto toda la secuencia de los hechos, incluidos los golpes que López supuestamente propinó a Lo’Presti. Por esta razón, los investigadores consideran que parte del relato de la acusada no es cierto. “Hay lesiones de la víctima, hay un testigo que asegura que vio los golpes, hay un palo de golf roto, la prueba está producida y deberá ser el juez quien la evalúe”, señalaron las fuentes judiciales con acceso al expediente.
Respecto del palo roto, que no apareció durante el allanamiento posterior a la detención -donde se secuestraron 32 palos de golf- la acusada explicó que lo llevaron a reparar a una casa que se especializa en eso ubicada en Mar del Plata, por lo que se espera que el fiscal Calderón le solicite al juez David Mancinelli el secuestro del objeto clave en la escena del crimen.
El fiscal cambió la carátula del caso días atrás. Originalmente era por “lesiones leves”, pero después de las pericias médicas decidió agravar el delito y le imputó “homicidio en grado de tentativa”, que contempla entre 4 y 16 años de prisión, excepto que se llegue a un acuerdo mediante juicio abreviado, que podría reducir las penas. “Los golpes que recibió fueron todos en zonas vitales: en la cabeza, el cuello, los hombros y la agresora cesó su ataque porque intervino un vecino que empezó a filmar, de modo que de no haber estado este hombre podría haber continuado con la agresión, quien sabe hasta matarla”, explicó a “Infobae” una fuente con acceso al expediente.
El abogado defensor de López, que tras la declaración fue trasladada a la comisaría de Madariaga, pedirá seguramente en las próximas horas la excarcelación de su representada y el cambio de calificación: lesiones leves es un delito que contempla un año de prisión en suspenso. “Está todo muy en blanco y negro, una mujer dice una cosa y la otra dice algo completamente opuesto. Hay lesiones de la víctima, un contexto probatorio que parece más favorable a la acusación. Pero la acusada dice que nunca le pegó”, detalló alguien ligado al caso. No se descarta que Calderón llame de nuevo a los testigos y cite a personas que todavía no declararon para buscar precisiones a partir de lo que declaró López.
Según reconstruyeron hasta ahora los investigadores, López le partió un palo de golf en la cabeza a Lo’Presti y después sacó otro y siguió pegándole. Por eso el fiscal Calderón interpretó que la agresora estaba buscando algo más que la lesión: matarla. Una fuente judicial explicó que el delito de homicidio en grado de tentativa requiere que alguien cese por razones ajenas a su voluntad. Y eso fue lo que habría ocurrido en este caso. La intervención del vecino fue determinante para que Lo’Presti salvara su vida.
“Vayan a tomar mate al conurbano, esto no es Ostende”, es lo que le habrían gritado López y Girini a Lo’Presti y su amiga. Ostende es una localidad dentro del municipio de Pinamar donde vive la mayoría de los trabajadores de la ciudad, especialmente los obreros de las construcciones de las casas en las zonas de clase alta del balneario.
“Lo que les molestaba en definitiva es que estuviéramos ahí, porque ni siquiera estábamos interrumpiendo el juego. Nuestra idea era que pasaran, siguieran jugando y nosotros siguiéramos ahí al costado”, contó la víctima durante una entrevista con “Pinamar Diario” y agregó: “A mi amiga le tiraron una pelota a la altura de los tobillos, como diciendo ‘váyanse’. Adriana le dice ‘ay discúlpame, ya nos estábamos yendo’. Y ahí empezaron a decirnos ‘no saben la diferencia entre una plaza y un campo de golf’, ‘si quieren tomar mate váyanse al conurbano’, ‘negras ratas’, ‘esto no es Ostende, ‘nosotros pagamos 54 mil dólares para estar acá’. Todas esas barbaridades que se escucharon en el video”, recordó Lo’Presti.