La fiscalía y la querella pidieron reclusión perpetua para el expolicía bonaerense Matías Ezequiel Martínez, acusado de asesinar a la joven Úrsula Bahillo en Rojas, en febrero del 2021. El acusado estaba destinado al destacamento Coviccos de nuestra ciudad, pero nunca se presentó por licencia psiquiátrica. El veredicto se conocerá el próximo martes 14 de diciembre.
De la redacción de EL NORTE
[email protected]
Ya finalizó el juicio en los tribunales de Junín al expolicía Matías Martínez, acusado de haber asesinado de 15 puñaladas en febrero pasado a su expareja, Úrsula Bahillo, quien previamente había realizado reiteradas denuncias en su contra. El veredicto se conocerá el próximo martes 14 de diciembre. El abogado Emiliano Basso, representante legal de la familia de la joven asesinada, coincidió en su alegato con el del fiscal Sergio Terrón y ambos solicitaron la pena máxima para el acusado.
Martínez ante el Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Junín dijo que ella lo atacó primero con un cuchillo y que por eso él, “desesperado”, la mató. El acusado declaró que fue la joven de 18 años quien durante un encuentro para terminar la relación en el paraje de Guido Spano, a diez kilómetros de Rojas, lo abrazó y le dio un puntazo en el abdomen con un cuchillo.
“No tuve intención de hacerle daño, fue un momento desesperado”
Dijo en su indagatoria ante el tribunal donde comenzó a ser juzgado.
El cuchillo
Durante el juicio, otra de las controversias fue de quién era el cuchillo.
“Sentí mi vida en peligro”, señaló Martínez, tratando de argumentar que actuó en su defensa. Martínez indicó que el cuchillo encontrado en la escena del crimen no era de él. Según su versión, nunca antes había agredido a Úrsula, aunque consta que hubo varias denuncias de la joven por violencia y amenazas en esos siete meses de relación antes del femicidio ocurrido el 8 de febrero pasado. Previo a las declaraciones, la defensa, el fiscal y la querella coincidieron en que ambos mantuvieron un noviazgo y que él la mató mientras que Martínez dijo que lo hizo para defenderse luego de que Úrsula le diera un “puntazo”, mientras que manifestó que quería terminar la relación en paz. La fiscalía le recordó que en cuatro ocasiones violó las restricciones perimetrales que había impuesto la Justicia ante la denuncias de Úrsula.
El exoficial dijo que no era de él, y el padre de la joven aseguró que nunca tuvieron ese tipo de arma blanca en su casa ni tampoco en la confitería de la cual era propietario.
Ariel Luna, tío del acusado, declaró que ese 8 de febrero Martínez lo llamó diciéndole “que se había mandado una cagada” y le pidió ayuda.
Luna recordó que fue a Guido Spano con su mujer y la policía y cuando llegaron Martínez estaba todo ensangrentado, sentado en el auto, y que los efectivos lo golpearon y lo detuvieron.
El imputado estaba designado en el Destacamento Coviccos de San Nicolás, pero nunca llegó a presentarse porque estaba con licencia psiquiátrica.
El supuesto asesino habría intentado suicidarse con el mismo cuchillo con el que dio muerte a Bahillo, por lo que al detenerlo lo trasladaron al hospital Unzué.
Martínez está imputado del delito de “homicidio doblemente calificado por tratarse de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género (femicidio) y por mediar alevosía”, que prevé prisión perpetua.
El pasado 22 de febrero, en tanto, Martínez fue condenado por el juez en lo Correccional 1 de Junín, Héctor Alberto Barbera, por los delitos de “lesiones leves agravadas en concurso con amenazas agravadas”, en perjuicio de una expareja, en 2017.
Estos cuatro años de cárcel se unificarán con la eventual pena única de prisión o reclusión perpetua a la que podría ser condenado por el femicidio de Úrsula.
La acusación estuvo a cargo de Sergio Terrón, el mismo fiscal que instruyó la causa. Quien estableció que “el mismo día del hecho, en horas de la mañana, el imputado Martínez fue convocado a la Ayudantía Fiscal de Rojas para ser notificado de la imposición de un perímetro que le vedaba acercarse a Úrsula Bahillo y, como bien consta en el acta de procedimiento, tenía en su poder al momento de su aprehensión”, según el requerimiento de elevación a juicio.
El crimen de Úrsula
Úrsula fue hallada asesinada a puñaladas el lunes 8 de febrero último cerca de las 20.30, entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas. En el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y en ese mismo lugar, la policía apresó a Martínez herido.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que “se había mandado una cagada”.
Al llegar al lugar, la policía encontró a la chica asesinada y al hombre malherido. Ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, dentro de su auto. Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género. Incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.