Los vecinos de la ciudad, principalmente aquellos agrupados en organizaciones de rescate y protección animal, manifestaron preocupación por el faltante de vacunas contra la rabia en el ámbito de la salud pública. Esta enfermedad resulta de extrema gravedad, tanto para los animales como para los humanos. Las autoridades sanitarias explicaron que la carencia es a raíz de un desabastecimiento en el orden provincial.
Carolina Mitrian
[email protected]
Un servicio estatal de permanente demanda en San Nicolás es sin lugar a dudas la atención de los animales, principalmente los domésticos. En este sentido, para garantizar la salud de los mismos, una de las principales claves está en el cumplimiento de la vacunación antirrábica.
El partido se encuentra atravesando un período de baja en la recepción de vacunas para la utilización del área de zoonosis, encargado de sus aplicaciones. Esto generó el malestar entre los vecinos, principalmente aquellos que se dedican de manera ad honorem al control de los animales comunitarios, porque se ha interrumpido notoriamente el acceso a la inoculación.
EL NORTE tomó contacto con Gastón Canevaro, veterinario a cargo de ese sector, quien informó: “Hay un problema de stock en provincia. En una semana debería estar solucionado”. A su vez, detalló que hay unidades, aunque limitadas, que son reservadas para casos de extrema necesidad: “Las dosis disponibles se reservan para controles de foco rábico, emergencias o profilaxis post-exposición”. Por su parte, organizaciones «animaleras» consultaron a la secretaria de salud, Mirna Bottazzi, quien les aseguró que “recién en 10 ó 15 días de zoonosis de provincia” llegarían las vacunas.
Prevención
La rabia es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los seres humanos, que en la gran mayoría de los casos presenta desenlace fatal. Es una enfermedad prevenible a través de la vacunación, tanto en animales como en humanos. En Argentina los perros y gatos son los principales transmisores de rabia, pero también pueden serlo algunos animales silvestres como los murciélagos.
El virus presente en el animal infectado se puede transmitir a través de una herida causada por la mordedura; o bien cuando el animal lame una parte lastimada en el cuerpo de una persona.
Si se encuentra un murciélago, lo aconsejable es no tocarlo. Avisar al centro de zoonosis del municipio, para que un técnico sea quien lo retire y envíe al laboratorio para su análisis. En caso de sufrir una mordedura de un animal, se debe lavar la herida con abundante agua y jabón, no colocar alcohol ni otro desinfectante, y concurrir rápidamente a un centro de salud para ser evaluado por un médico. En caso de que no se cuente con la misma en vigencia, debe aplicarse la vacuna antirrábica humana, en el menor plazo de tiempo posible respecto de la mordedura. En el caso de los animales, tanto gatos como perros deben ser vacunados contra la rabia una vez al año, desde los 3 meses de nacidos.
Síntomas
Las personas padecientes de rabia notan una serie de síntomas bien marcados: fiebre, dificultad para tragar, dolor de cabeza y sensación de hormigueo en el sitio de mordedura o lamedura, a los días del evento con el animal infectado. Desde la cartera sanitaria nacional advierten que “una vez que comienzan los síntomas, es una enfermedad que no tiene cura y produce la muerte”. De ahí surge la necesidad imperiosa de mantener las vacunas al día.
En el caso de los perros y gatos, la sintomatología incluye cambios marcados en el comportamiento, con un incremento de la agresividad, salivación excesiva, imposibilidad de tragar o de beber, pupilas dilatadas, convulsiones, parálisis y muerte.
En cuanto a los murciélagos, cuando contraen rabia también tienen cambios en su comportamiento. La principal señal es su circulación durante el día y el hallazgo de esos animales en el suelo, por sufrir caídas a causa del debilitamiento.
