Las gestiones son llevadas adelante por el intendente y la firma dejaría de prestar servicios esta semana o a más tardar la próxima. Se prevé que las líneas serán absorbidas por Rosario Bus y Movi
De no mediar sorpresas y dilaciones de último momento, la empresa de colectivos El Cacique dejará de prestar servicios esta semana, a más tardar la próxima, y las nueve líneas que opera en la actualidad pasarán a ser administradas por Rosario Bus y Movi. Las negociaciones son llevadas adelante por el propio intendente, Pablo Javkin, quien desde hace varios días tiene el objetivo de que la salida de la firma mendocina sea “en buenos términos” para evitar que el municipio tenga que afrontar acciones legales.
La decisión de que El Cacique deje de operar en Rosario se viene puliendo desde hace semanas, casi al mismo ritmo en que crecen las denuncias de los usuarios por las malas frecuencias de sus colectivos.
Si bien las negociaciones no son fáciles, altas fuentes consultadas por La Capital aseguraron que la salida de la firma de capitales mendocinos “es un hecho”.
La idea es que las líneas que opera sean absorbidas por Rosario Bus y Movi. Además, en las reuniones que se vienen llevando adelante desde hace semanas también se articuló con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) el traspaso de los choferes desde El Cacique hacia estas empresas.
En el entorno del intendente no son pocos los que dejan entrever su fastidio por el modo en que la empresa mendocina llegó a Rosario y culpan de los males a sus socios socialistas en el resquebrajado Frente Amplio Progresista.
“Trajeron a esta empresa que no invirtió lo que tenía que invertir y ahora tenemos que hacernos cargo de terminar con sus servicios y evitar que el municipio salga dañado con un juicio”, reveló una fuente muy conocedora del sistema de transporte que participa junto al intendente de las negociaciones con los mendocinos.
En efecto, El Cacique se adjudicó en septiembre de 2017 el corredor 2, que iba a operar en la zona oeste, servicio que empezó a brindar en 2018. Pero a pesar de que la administración de la por entonces intendenta Mónica Fein aspiraba a tener “un sistema innovador, superador a lo actual, que ubicará a Rosario entre los mejores servicios del país y de América latina”; la falta de inversión primero y la pandemia de coronavirus después le asestaron un duro golpe que lo llevó directo a la crisis que atraviesa en la actualidad.
Volver a empezar
Algo es seguro, la empresa de capitales mendocinos viene siendo objeto de múltiples quejas de los usuarios en el marco de un sistema de transporte urbano de pasajeros que debió adecuarse a la pandemia y ahora, con las restricciones a las actividades como postal del pasado, empieza a tener más demanda.
Es más, hace unas semanas fue el principal blanco de las críticas de representantes de las vecinales, que se reunieron con concejales en el Centro Cultural La Toma.
Desde antes de esa reunión Javkin viene manteniendo contactos con la empresa con el claro objetivo de arribar a una salida lo menos traumática para las arcas municipales.
El jefe comunal ya había sido claro a principios de marzo, cuando concurrió a abrir las sesiones ordinarias del Concejo Municipal y adelantó que tomaría “medidas drásticas” ante los incumplimientos de El Cacique.
Con el correr de las jornadas lo que se fue moldeando es una salida consensuada de las calles rosarinas por parte de la empresa, que atraviesa un delicado momento económico y financiero.
Las fuentes consultadas señalaron que la decisión se plasmará esta semana, a más tardar la próxima, y las líneas que la empresa opera en la actualidad pasarán a ser administradas por Movi y Rosario Bus. Aunque no se descartaba que pasaran todas a la estatal Movi.
Así las cosas, el sistema de colectivos urbanos de Rosario quedará entonces en manos de dos empresas, una privada y la otra estatal. El gran desafío es recuperar frecuencias en el marco de un servicio que empieza a tener más pasajeros tras dos años muy complejos a raíz de la pandemia de coronavirus.
Se viene el nuevo estudio de costos del sistema
Mientras tanto, los integrantes del Ente de la Movilidad trabajan por estas horas en la confección del estudio de costos del sistema de transporte, fundamentalmente para contar con un valor de referencia del servicio de taxis. El dato es clave ya que los taxistas están reclamando actualizaciones tarifarias.
En materia de colectivos, el último estudio de costos que se publicó oficialmente es el de diciembre y arrojó un costo total cercano a los $ 104 por pasaje, muy lejos de los $ 59,35 que se abonan en la actualidad, que empieza a tener descuentos mientras más carga se aplique en la tarjeta canceladora de viajes.
Y si de tarjeta se habla, allí también se encuentra otro talón de Aquiles del sistema, ya que los usuarios tienen cada vez más problemas para acceder a centros de recarga en los barrios.
El Ejecutivo anunció que montará un gran centro de recargas de plásticos en la plaza Sarmiento, pero en el mientras tanto los inconvenientes son demasiados.