El Frente de Todos es un ámbito de desconfianza y despecho. Nadie tiene la autoridad suficiente para guiar una postura determinada. En ese marco, Sergio Massa le pidió a todos los que participarán del debate que se ahorren las críticas e insultos a Mauricio Macri, sólo por estas semanas. ¿Podrán?
“Necesitamos de sus manos. Los radicales y hasta los lilitos lo entendieron, pero los nuestros no. Es una locura. Sergio (Massa) tuvo que explicar cien veces que no hagan lo mismo que hizo Máximo (Kirchner) la noche del presupuesto. Hay que ver si le dan bola”. Así, descarnado y frontal, un funcionario parlamentario que suele hablar con todas las bancadas describe lo que está pasando ahora en el Congreso, en el que el oficialismo necesita del apoyo opositor para conseguir convalidar el acuerdo con el FMI.
Todos se ven obligados a sobreactuar sus posturas hasta lo insólito de renunciar a la presidencia del bloque, como hizo el pibe o que Martín Guzmán todos los días diga que el FMI nos condena como país”.
Massa quedó casi como único encargado de conseguir la aprobación parlamentaria con un bloque en asamblea permanente. El oficialismo se dividió entre los seguidores de Máximo Kirchner, por un lado, y los gobernadores, en alianza con los massistas y un puñado de albertistas, por el otro. Estas alianzas son difusas, y cambian sesión tras sesión, pero con respecto al entendimiento con el Fondo Monetario, aparece así. Necesitan del apoyo de la mayoría de los diputados de Juntos por el Cambio para salvar todo lo actuado por alguien que genera las mayores de las desconfianzas como Martín Guzmán, el ministro de Economía que ene algún momento pensó que puede ser candidato a intendente de La Plata o presidente de la Nación.
El oficialismo contó, desde la llegada al poder, de un par de aliados con los cuales dialogaba sin problemas. Cristian Ritondo y Horacio Rodríguez Larreta conocen a Massa desde hace tantos años como pocos de sus actuales aliados y con Gerardo Morales intentaron, sin éxito, que terminara participando del gran arco opositor que le ganó al kirchnerismo en 2015. Los otros radicales quisieron sólo acordar con Mauricio Macri y así nació Cambiemos.
Emilio Monzó es otro de los que conoce bien al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. Con él forjó los inicios de ambos en la política y luego fue quien también intentó acercarlo al macrismo, hecho que no prosperó, en este caso, por la negativa de Durán Barba y Marcos Peña que preferían a María Eugenia Vidal como candidata bonaerense.
Ella también sabe de su capacidad operativa ya que fue su aliado casi hasta el final de su mandato en la provincia. De hecho, uno de los massistas más prestigiosos, hoy alejado del diputado nacional, Sergio Sarghini, presidió la Cámara Baja entre provincial 2015 y 2017.
Morales, Monzó, Margarita Stolbizer, con quien Massa también formó UNA en 2017, Ritondo, Rodríguez Larreta, Diego Santili, Vidal, y el peronismo republicano saben que no tienen mucho margen para oponerse a un compromiso tomado por la gestión Macri, pero el Frente de Todos siempre encentra la vuelta para unificarlos en su enojo y hacer que cambien, en cuestión de minutos, de afirmativa a negativa una misma votación.