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sábado, octubre 19, 2024
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La Diabla se tragó el chip: “Ahora no van a encontrar nada”

Micaela Leguizamón, quien fue allanada este lunes en la casa de San Nicolás donde cumple arresto domiciliario, se tragó un chip del teléfono móvil frente a la Policía, en pleno procedimiento. El dispositivo era considerado importante para la causa.

De la redacción de EL NORTE
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Micaela Leguizamón, conocida como “La Diabla”, detenida con prisión domiciliaria en San Nicolás, está sospechada de colaborar con “Guille” Cantero en un grupo que chantajeaba a una agencia de lotería

Es la hermana de Brisa Leguizamón, la mujer que protagonizó la llamada “boda narco” de Ybarlucea que el año pasado terminó en el triple crimen de una pareja y su hija.

Esta semana quedó detenida cuando una comitiva policial llegó a su casa de San Nicolás en el marco de más de cuarenta allanamientos por extorsiones de Los Monos a una cadena de loterías de Rosario. No sólo porque la evidencia la ligaba a Ariel “Guille” Cantero, sino por la manera extrema en la que logró deshacerse de evidencia: manoteó un comprometedor chip de celular que estaba secuestrado sobre una mesa y se lo tragó. “Ahora no van a encontrar nada”, dijo.

Acusada de realizar triangulaciones telefónicas para que Guille pudiera hablar por teléfono desde su celda en la cárcel federal de Marcos Paz, “La Diabla” integra la lista de nueve personas que afrontarán una causa penal por violentas extorsiones a una agencia de loterías en una audiencia prevista para este lunes. Una saga que incluyó balaceras, incendios y el uso de bombas molotov.

En su casa de San Nicolás fue detenida La Diabla Leguizamón. Es madre de un bebé y cumplía arresto domiciliario en una causa federal en la que está acusada de integrar la banda narco de Olga Beatriz “Tata” Medina en la zona norte rosarina. Su hermana Brisa también está implicada en esa causa y fue la “novia” del casamiento narco de Ybarlucea. Un festejo en el que se registró un triple crimen el 29 de enero del año pasado. Luego de la trágica boda Brisa se mantuvo prófuga y fue detenida junto a su marido Esteban “Pinky” Rocha en enero pasado en la capital de Paraguay.

Leguizamón aparece en las escuchas como quien “triangulaba” llamadas con Guille Cantero. Es decir, su teléfono funcionaba como una suerte de puente: en medio de una conversación con Guille añadía a la llamada a una tercera persona, de manera que ese número quedaba fuera del radar de los investigadores.

El lunes, cuando los policías habían terminado de allanar su casa y disponían celulares y chips sobre una mesa a fin de consignar en el acta los números de tarjeta SIM, La Diabla se zafó de las esposas, saltó de la silla y fue corriendo hasta la mesa. Manoteó un chip considerado clave en la pesquisa y se lo tragó. Es por esto que, además de su intervención en la trama extorsiva, será imputada por obstaculizar la actuación policial, la destrucción de pruebas y las amenazas al personal.

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