Una desgarradora despedida realizó una tía del joven con autismo que murió atropellado en la Sexta Sección en la noche del 24. El chico había bajado del auto de la madre cuando ocurrió el accidente.
Una desgarradora carta de despedida escribió una tía del joven con autismo que murió tras ser atropellado en la noche del 24 en la Sexta Sección, en Mendoza. El chico de 19 años fue embestido por un auto cuando bajó del rodado de su madre.
Gonzalo tenía 19 años, padecía síndrome de Asperger y en la noche del 24 bajó del auto de la madre hacia la calle Olascoaga cuando fue colisionado por un vehículo Citroen C4. El conductor, un hombre de 54 años imputado por homicidio culposo, manifestó que el joven salió de golpe y no alcanzó a frenar.
Si bien fue hospitalizado en el Central murió durante la madrugada a causa de un politraumatismo severo.
A pocas horas del lamentable accidente, una tía del joven escribió una carta de despedida en las redes sociales.
“Q.D.E.P querido sobrino Gonzalo. Alto, largo, flaco., con movimientos lentos y algo torpes, media más de 1;80 y vestía con ropa clara. Sufría de síndrome de Aspeger y autismo, cosa que lo hacía muy sensible a los ruidos y movimientos rápidos de vehículos. Salió del auto de su mamá, (mi hermana mayor) y no encontró rumbo. Seguramente pensó: ¿cuál es la derecha?, ¿cuál es la izquierda?, comienza la carta que luego cuestiona a el conocimiento de la sociedad frente al autismo.
“Pero cuando se habla de autismo no se quiere escuchar. Una sociedad que mira al costado para no madurar emocionalmente no puede evolucionar ni crecer. Con sus lentitud para decidir para dónde ir, no llegó a cruzar la vereda. El relato correcto es que sí sufría de crisis de epilepsia y crisis nerviosa, pero en la noche del 24, anoche, no tuvo ninguna crisis. Simplemente salió a las 22hs en busca de encontrar la puerta de la casa de su tía dónde esperaría tener la cena de Navidad. Seguramente se desoriento producto de la medicación y su padecimiento. Tuvo que haber pasado muy rápido el señor que pasó en un auto y lo atropelló, porque sino es inexplicable no haber visto a un joven alto con movimientos saltarines y lentos pasar por el medio de la calle. El estruendo del impacto fue tan grande que mi hermana mayor, su mamá, pensó que habían chocado dos autos. En la cuadra dónde ocurrió, fueron testigos muchos vecinos que el lugar de cenar por la navidad empezaron a orar. Muchas oraciones sin parar. Mi hermana y familia todos en shock. El accidente fue producido por exceso de velocidad del conductor. No tengo ni fuerzas para enojarme, tengo un inmenso dolor y un desgarro en el corazón. Se nos fue un ángel el mismo día que decidió partir mi papá, un 25 de diciembre de 2014”.