Los datos de nacimientos en el hospital San Felipe y sanatorio Nuestra Señora del Rosario son elocuentes: mientras que en 2018 se produjeron 2311 nacimientos, en 2019 se registraron 2281. Ya en 2020 fueron 2166, y en cada uno de los dos últimos períodos anuales no se llegó a 1900. ¿Incide el factor económico al momento de la planificación familiar? ¿O cada vez menos parejas tienen como meta impostergable agrandar la familia?
De la redacción de EL NORTE
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Los números son fríos, como se sabe. Pero también son sentencias que permiten analizar un escenario con rigor estadístico. Eso es lo que se propone este informe a partir de los datos que el hospital San Felipe y el sanatorio Nuestra Señora del Rosario le proporcionaran a EL NORTE en cuanto a cantidad de bebés nacidos en San Nicolás durante los cuatro últimos años (datos del 2018 fueron proporcionados por Provincia).
Lo primero que surge del análisis estadístico es que la tasa de natalidad experimenta una caída sostenida en el tiempo. Veamos: en 2018 habían nacido 2311 niños y niñas, según el dato proporcionado por la cartera de salud bonaerense.
En 2019 hubo un total de 2281 nacimientos, de los cuales 1110 tuvieron lugar en el hospital y 1171 en el sanatorio de la UOM. En 2020 fueron 2166 los bebés nacidos en San Nicolás: 1187 en el hospital y 979 en el centro de salud del gremio metalúrgico.
Ya en 2021 el número de bebés nacidos en la ciudad siguió cayendo: fueron 1885 en 2021 (1080 en el hospital y 805 en la UOM) y en 2022 fueron 1829 (1047 en el nosocomio provincial y 782 en el sanatorio del gremio).
Decreciente
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento publicó un informe en el que reveló que la Argentina atraviesa el descenso más pronunciado de nacimientos en su historia, con una tasa de fecundidad que bajó un 34% entre 2014 y 2020. En 2021 y 2022 la tendencia siguió en caída. Los especialistas explicaron que las posibles dinamizadores de esta tendencia de menos nacimientos en Argentina tienen que ver con la mayor accesibilidad a tecnologías modernas de anticoncepción y a los cambios en las preferencias y conductas sociales y culturales.