El conjunto de Avellaneda dió una mala imagen al comienzo del campeonato pero se reivinidicó con la llegada de su nuevo DT y refuerzos fundamentales para el equipo.
Luego de la salida de Carlos Tevez como DT de Independiente al comienzo de la Liga Profesional, pocos imaginaban un futuro tan prometedor. El Rojo pasó de estar sin entrenador e inhibido, con prohibición para incorporar por las deudas, a una actualidad que ilusiona con la posibilidad de clasifiacar nuevamente en copas internacionales y con refuerzos de gran nivel en el plantel dirigido por Julio Vaccari.
El flojo estreno ante Instituto, derrotados por 3-1 quedo atras. Desde la décima fecha, el conjunto de Avellaneda logró inscribir a los refuerzos elegidos por el DT y, a dos meses, los cinco son titulares y piezas claves de un equipo que viene en levantada.
Los refuerzos de Vaccari que rinden en Independiente
El primero de los refuerzos de Independiente en destacar fue Kevin Lomónaco. Con dos goles en sus dos primeros partidos, firme en la defensa y con buena conducción, formó una buena dupla central con Marco Pellegrino, que llegó a préstamo desde Milan y, con menos rodaje, cada vez va sumando más minutos.
En el lateral derecho de la defensa llegó Federico Vera desde Unión y se adaptó rápido a la banda. En la mitad de la cancha, Felipe Loyola, que arribó proveniente de Huachipato, rápidamente se hizo eje del equipo, jugando y haciendo jugar, colaborando con la defensa y con la elaboración.
El último y tal vez más destacado es Santiago Montiel.El ex-Argentinos Juniors, que ya había mostrado destellos, no sufrió la adaptación a un grande y, con cuatro goles en nueve partidos, es fundamental en el ataque del equipo de Julio Vaccari. El pasado domingo se destacó con un doblete en el triunfo por 3-1 sobre Deportivo Riestra, el segundo con una brillante ejecución de tiro libre.
Con 22 puntos, Independiente se ubica en mitad de tabla de la Liga Profesional, pero alcanzó los 45 en la tabla anual y, si bien todavía está afuera de todo, está firme en la pelea por un lugar en la Copa Sudamericana y se ubica a siete unidades de los puestos de Copa Libertadores. Se permite soñar.
