Este miércoles se desarrolla la tercer audiencia del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche de Villa Gesell, ocurrido en 2020.
Esta tercera jornada contará con la declaración del remero Pablo Ventura, incriminado falsamente en las primeras horas de la investigación, de un grupo de trabajadores del boliche “Le Brique”, de dos efectivos policiales y otros tres amigos de la víctima.
El testimonio de Ventura fue solicitado por la defensa y por la fiscalía. También podría declarar su padre, José María, cuya citación fue adelantada a pedido de Fernando Burlando.
Antes de ingresar al Tribunal de Dolores, el remero habló brevemente con la prensa: “No los voy a mirar con buena cara”, aseguró sobre los rugbiers y pidió que “se haga justicia”.
Después de eso, los jueces escucharán a tres personas de seguridad del boliche Le Brique, los cuales expulsaron a Fernando Báez Sosa y el grupo de los rugbiers por un hecho que hasta el momento se desconoce, aunque sí se sabe que entre ambos grupos hubo un conflicto que derivó en el ataque brutal y el asesinato.
Finalmente, el Tribunal también escuchara a personal policial que estuvo trabajando en la puerta de Le Brique.
Acusado
El 18 de enero de 2020, a horas del crimen, Pablo Ventura fue señalado por varios de los ocho rugbiers acusados de matar a Báez Sosa como presunto autor del hecho.
Tras la acusación, mientras Pablo dormía la siesta, la Policía Bonaerense tocó la puerta de la casa de Ventura en Zárate y se lo llevó esposado ante la mirada atónita de su papá, José María. Desesperado, el hombre corrió detrás del móvil policial en su auto, un Peugeot 208 blanco. Cuatro días más tarde, Pablo era liberado por falta de pruebas, sobreseído definitivamente.
El joven dijo esta mañana, antes de ingresar a los tribunales, que “no le sorprendió” lo que hicieron los ocho acusados del homicidio: “Ya tuvieron peleas” en Zárate, dijo el joven sobre los rugbiers.
Acompañado de su padre, José María, el joven afirmó en declaraciones a la prensa que no sabe cómo se va a sentir cuando los tenga frente a frente, aunque adelantó: “Con buena cara no los voy a mirar”.
“Yo los conocía de vista, es una ciudad chica Zárate, hay un solo boliche y nos cruzábamos ahí”, recordó al referirse a los imputados.
Por último, el joven sostuvo que hasta el día de hoy desconoce cuál de los ocho rugbiers lo mencionó como integrante del grupo en los momentos posteriores al crimen y cuando él estaba en Zárate. “Al día de hoy no sé quién fue, nadie me lo dijo. Hasta el día de hoy no sé por qué me acusaron”, expresó.
Con información de DIB