El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 decidió suspender este mediodía el juicio de cesura contra Fernando Rocha y Mauro González, ambos condenados el viernes por un jurado popular por abuso sexual agravado. Los dos continuaban en libertad y no se presentaron a la audiencia. La justicia ordenó inmediata detención.
De la redacción de EL NORTE
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El Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 decidió suspender este mediodía el juicio de cesura que debía imponer la pena a Fernando Ezequiel Rocha y a Mauro González. Ambos fueron encontrados culpables de abuso sexual agravado con acceso carnal en un juicio por jurados que se realizó el pasado viernes 12.
A pesar de haber sido condenados los dos hombres continuaron en libertad luego del veredicto y debían presentarse este jueves a la audiencia para la imposición de pena.
Antes de resolver el tiempo de la condena, que oscila entre los 8 y 20 años, la fiscalía pidió que se ordenara la detención de los mismos pero ninguno de los dos imputados se encontraba en la sala de audiencia por lo que el Tribunal decidió suspender el Juicio de cesura y ordenar la inmediata detención de Rocha y de González. Una vez concretadas las aprehensiones solicitarán nueva fecha para la realización de la audiencia.
El veredicto condenatorio
Con 11 votos afirmativos de culpabilidad y 1 negativo el pasado viernes 12 un jurado conformado por ciudadanos había declarado culpables a Fernando Rocha y a Mauro González por el delito de Abuso sexual agravado con acceso carnal en perjuicio de una joven de 19 años. Los vecinos llamados a juzgar consideraron probada la acusación efectuada por la fiscalía que sostenía que en agosto de 2017 los acusados sometieron a la denunciante en una vivienda de la zona sur.
La victima relató que el día en que ocurrieron los hechos había ido a un baile en la localidad de General Rojo. Que en determinado momento se le acercaron los dos hombres de alrededor de 40 años, que le refirieron conocer a un familiar y se lo nombraron por lo que no desconfió cuando le ofrecieron acercarla a su casa, que solo advirtió y se los hizo saber de que cuando llegaron a la ciudad tomaron una dirección distinta a la de la casa de su abuela adonde había pedido ser llevada, pero que los acusados le respondieron que se dirigían a cargar nafta.
El viaje en realidad concluyó en una vivienda de la zona sur donde ambos la habrían sometido contra su voluntad. Una vez liberada la joven radicó la denuncia que finalizó con el juicio condenatorio dictado el pasado viernes.
