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martes, noviembre 26, 2024
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Juicio oral para los policías acusados de integrar una banda narco

NARCOPOLICÍAS

A punto de cumplirse un año de que fuese desbaratada la organización criminal, enjuiciarán a los policías acusados de integrar banda narco. Aún sin fecha para el debate, la causa se encuentra elevada a juicio. Estarán sentados en el banquillo de los acusados cuatro exintegrantes de la fuerza bonaerense: Nicolás Leyes, Jonhatan Reche, Ángel Rajoy y Elías Pare.

policías
Momento en que fuera detenido Nicolás Leyes, hace un año. ARCHIVO

A pocos días de cumplirse un año del megaoperativo que desarticuló la organización criminal integrada por policías vinculados a la banda rosarina “Los Monos”, la causa fue elevada a juicio por orden del Juzgado de Garantías Nº 1. Aunque no se determinó aún la fecha de juzgamiento, se sabe que deberán sentarse frente al estrado exintegrantes de las fuerzas policiales: el exoficial Jonhatan Reche, numerario que prestaba servicios en la Comisaría Segunda; el ex oficial principal Nicolás Leyes, numerario de la Estación Comunal Arrecifes; el exsargento Ángel Fernando Rajoy, numerario de la Comisaría Tercera, y el sargento Elías Laureano Paré, numerario del Comando de Patrullas.

Una de las investigaciones que derivó en la detención de los policías corruptos comenzó en enero de 2023 a partir del secuestro –en avenida Illia– de un cargamento de droga que provenía de Rosario. En el lugar, efectivos policiales interceptaron un automóvil marca Citroën modelo C3, en el que se movilizaban dos mujeres y un hombre. En esta incidencia las personas involucradas eran hermanos de “la Diabla” Leguizamón, ligada al clan de Los Monos. En ese momento, los policías se habrían llevado parte de la droga transportada.

Conforme a la acusación, el cargamento era de veinte kilos de marihuana, pero cuatro policías que estuvieron a cargo del procedimiento consignaron en el acta que solo había seis kilos. Para encubrir el faltante insertaron en el documento público que confeccionaron declaraciones falsas respecto de la cantidad de droga que había en el vehículo. Según la investigación, el accionar ilícito se realizó en forma organizada y mediando acuerdo de voluntades.

La investigación

Tras la investigación llevada a cabo por la fiscal Verónica Marcantonio, la Justicia detuvo a efectivos de la fuerza de seguridad provincial acusados de comercializar drogas incautadas a los traficantes. Pero además la pesquisa habría destapado otro accionar: el de la protección brindada por estos policías a cargamentos de droga que circulaban por San Nicolás.

Los investigadores sospechan también que dos de los efectivos habrían actuado como prestadores del servicio de seguridad para una facción de la banda Los Monos que eligió esta ciudad para estibar droga con el objetivo de evitar los robos de grupos rivales en Rosario. “Entre los oficiales acusados no hay ningún jefe”, aseguraron en ese momento fuentes investigativas.
Por la sustracción de la marihuana y el presunto tráfico de drogas, fueron apresados los policías Leyes, Paré, Rajoy y Reche.

Fuentes de la investigación indicaron que Leyes y Reche serían los efectivos que habrían recurrido a dos dealers de la banda de la Diabla para, supuestamente, vender la droga robada a los ocupantes del Citroën C3. Los cuatro policías acusados les habrían entregado la marihuana a dos vendedores para que la distribuyeran. Entre otros puntos de venta, los dealers ofrecían la droga en dos locales nocturnos céntricos.

Durante los operativos de allanamiento al momento de proceder a la detención del principal Reche en la Comisaría Tercera, el hombre buscado se subió a una camioneta Ford EcoSport y se dio a la fuga. Lo que motivó una persecución por la Ruta 9 en dirección a Rosario hasta jurisdicción de la localidad de Pavón, donde finalmente fue detenido.

Entre los elementos secuestrados en oportunidad del operativo por la fiscal Verónica Marcantonio, a cargo de la causa, figura una cantidad no precisada de éxtasis, 1800 dólares, marihuana, cocaína y teléfonos celulares.
Los policías se encuentran bajo prisión preventiva, pero dos de ellos llegarán al juicio con arresto domiciliario, beneficio otorgado por problemas de salud.