La actriz Jimena Barón dio un importante paso en su vida profesional y no dudó en compartir su emoción con sus seguidores de las redes sociales.
“Muchos me preguntaron qué me hubiera gustado estudiar en caso de haber elegido una carrera y yo siempre respondo: Historia del arte, porque toda la vida quise estudiar eso”, relató, en referencia a las consultas que suelen hacerle sus fanáticos.
“Me anoté en la universidad y voy a estudiar Historia del Arte y estoy tan feliz”, agregó.
Más allá de que tenía este deseo hace mucho tiempo, fue la pregunta de uno de sus seguidores que sirvió como disparador para que finalmente se animara a estudiar y un detalle no menor es que podrá poner todo lo que aprenda en servicio de sus presentaciones como cantante.
“Sobre todo la gente de producción está chocha, que ahora estamos armando nuevo show y salí con esto de estudiar Historia del Arte”, expresó con humor.
En esta etapa de cambios, Barón también compartió una profunda reflexión sobre la maternidad, con una contundente indirecta para Daniel Osvaldo, su ex pareja y padre de su hijo Morrison.
“Siempre me quedo con Momo en su cama hasta que se duerme. A veces, como hoy, apenas siento que se queda dormido, me largo a llorar sin mucha razón. Hace pocos años entendí (o más bien sentí) que la vida de verdad pasa volando y que muchos momentos que mi hijo vive como ordinarios y cotidianos, son en realidad extraordinarios y mágicos”, escribió.
“Y sobre todo, son la cima, no hay nada más arriba que eso. El truco es que yo lo sé y él no y por más que se lo explique, hasta que no sea grande no lo va a entender. Es una especie de hechizo llamado infancia u oro”, agregó.
También destacó el rol de las mujeres que se hacen cargo de sus hijos: “No puedo pensar en cuán respetadas y admiradas deberían ser todas las mamás, desprendiéndose sin dudar, sin ni siquiera pensar en el dolor, en la traición, en la soledad, en la humillación, en el abandono y en hasta ser mujeres para antes que todo, seguir siendo mamás”.
“Las admiro y abrazo hasta la luna, sobre todo a las que les costó y les sigue costando tanto y dejan todo abajo de la alfombra hasta que ellos se duerman para poder llorar un rato, dormir un poco y seguir al día siguiente”, continuó y destacó: “Hay recompensa allá arriba y también acá abajo, cuando ellos crecen y se vuelven incondicionales porque saben, ellos saben más que nadie”.