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viernes, diciembre 13, 2024
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Investigan al único condenado por el incendio de la Catedral, ahora por un robo en Capitán Sarmiento

SIN CONTROLES

Mauro Daniel Sosa, condenado por el incendio intencional de la Catedral San Nicolás de Bari ocurrido en 2017, y vinculado posteriormente a otros hechos de robo, está siendo investigado por un gravísimo delito ocurrido en Capitán Sarmiento el 7 de febrero pasado. A pesar de ello continúa en libertad.

De la redacción de EL NORTE
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Mauro Daniel Sosa de 31 años, quien en enero de 2017 junto a un menor de 16, incendió de manera intencional la Catedral San Nicolás de Bari, está siendo investigado por un grave hecho ocurrido en la localidad de Capitán Sarmiento. En principios la causa recayó en la UFI Nº13 pero luego el caso fue derivado a fiscalía especializada. Sosa estaría involucrado también en otros delitos y se encontraba con el beneficio de libertad vigilada a cargo del Patronato de Liberados. Conforme a información extraoficial había fijado domicilio junto a su pareja y desde hace un tiempo no precisado, se encontraba residiendo en la mencionada ciudad. Aunque no trascendieron mayores detalles del hecho pudo saberse que el ilícito ocurrió en los primeros días de febrero en un domicilio de Capitán Sarmiento donde se produjo una tentativa de robo calificado y abuso sexual en grado de tentativa. En el lugar del hecho, en un dormitorio al lado de la cama, la policía incautó un arma impropia del tipo punzante con la que amenazó a la víctima. Poco después los investigadores habrían logrado establecer su identidad a través de imágenes de Facebook reconociéndolo como a Mauro Daniel Sosa. Las fuerzas de seguridad realizaron allanamientos e incautaron las prendas que habrían sido utilizadas durante la comisión del hecho. Fue aprehendido el 8 de febrero pasado, fichado y notificado de la formación de la causa, pero de manera incomprensible y aunque habría reconocido el hecho en sede policial recuperó inmediatamente la libertad por orden de la fiscalía.

El cumplimiento de la medida restrictiva de libertad con la que había sido beneficiado Mauro Sosa había sido ordenada por el Juzgado de Ejecución Nº1 a cargo del magistrado Anselmo González y el control de su cumplimiento correspondía al Patronato de Liberados. Conforme a la información recibida, los investigadores desconocían cuanto tiempo llevaba de residencia en la ciudad, porque no habrían existido controles ni entrecruzamiento de datos de parte del Patronato para con las fuerzas policiales

Sosa había sido condenado en mayo de 2019 a la pena de 3 años y seis meses de prisión por ser haber sido considerado coautor penalmente responsable del delito de incendio con peligro común para los bienes, luego volvió a delinquir y quedó nuevamente a disposición de la justicia.

El incendio

El feroz incendio ocurrió el 26 de enero de 2017. Hubo pérdidas totales en el altar de la iglesia, los confesionarios y bancos, todos hechos en madera. Aunque no hubo heridos en el lugar gracias a que el templo se encontraba vacío a esa hora, las llamas acabaron con un órgano antiguo y una imagen del santo patrono San Nicolás de Bari. Ambas eran valiosas piezas históricas. Todo dentro de la antigua catedral quedó reducido a cenizas. En principios se pensó que el fuego podría haberse originado en un desperfecto eléctrico, pero luego con el avance de las pericias se comprobó que el origen del fuego había sido intencional. Un menor de 16 años se presentó en la Comisaría y confesó el hecho. Declaró que él junto a un amigo habían ingresado a la catedral, que encontraron un tarro de combustible que estaba cerca de una escalera y decidieron prenderla fuego. El sujeto que estaba junto al menor era Mauro Daniel Sosa, quien en ese momento fue detenido y permaneció ocho meses tras las rejas. Luego fue excarcelado y una vez en libertad volvió a delinquir. Cometió, entre otros hechos, un robo simple, otro calificado y fue detenido nuevamente.

Por el incendio Sosa había sido condenado por la jueza Laura Fernández a la pena de 3 años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo en un juicio abreviado.

A pesar de que Mauro Sosa continuó delinquiendo y manifestando conductas al margen de la ley permaneció con el beneficio de una libertad que no se controló y que debió ser vigilada.