El dueño dejó a su perro encerrado en una casa vacía hace más de un mes, sin comida ni agua. Los vecinos, desesperados por salvar al animal, lo alimentan a diario mientras esperan que la fiscalía autorice el allanamiento para su rescate.
Un caso de maltrato animal generó indignación en el barrio porteño de Liniers, donde un hombre dejó a su perro encerrado en su casa tras mudarse, hace más de un mes. Ante la desesperación de los vecinos, quienes denunciaron el hecho, la fiscalía aún no autoriza un allanamiento para rescatar al animal.
El perro, llamado Draco, quedó solo y sin cuidados en una vivienda cerrada. Karina, una vecina de la cuadra, relató a Minuto1 que el dueño, identificado como Víctor, dejó de ir al domicilio hace semanas: “Primero venía de vez en cuando a traerle comida y agua, pero hace más de un mes que no aparece”.
Para evitar que Draco muera de hambre o sed, los vecinos tomaron cartas en el asunto. Forzaron la persiana de la casa y, a través de las rejas, le pasan diariamente comida y agua con un cable y un recipiente. Según Karina, esta no es la primera vez que el hombre descuida a sus animales: “Víctor tenía tres perros en la terraza, acinados y sin bajarlos nunca. Hace un tiempo, dos de ellos desaparecieron. No sabemos si murieron o qué pasó con ellos”.
Los vecinos recuerdan momentos desgarradores, como cuando Draco lloraba sin cesar al estar confinado en la terraza. Aunque intentaron comunicarse con el dueño en reiteradas ocasiones, este no respondió.
Sin respuestas de la fiscalía
La comunidad realizó varias denuncias, tanto por la web como telefónicamente, pero las autoridades desestimaron los pedidos. Finalmente, acudieron a la comisaría, donde lograron registrar formalmente el caso. Sin embargo, todavía esperan que la fiscalía actúe.
Cristian, otro vecino, expresó su frustración: “Hace más de un mes que estamos denunciando. No nos quedó otra que organizarnos entre todos. Es triste e impotente ver al perro encerrado sin que nadie haga nada”.
Un futuro hogar para Draco
Lejos de limitarse a su asistencia diaria, los vecinos ya tienen un plan para el perro. “Nos organizamos para encontrarle un lugar donde pueda vivir dignamente. Solo esperamos que se ordene el allanamiento para rescatarlo”, dijo Cristian.
La solidaridad y el compromiso de esta comunidad han evitado una tragedia mayor, pero el caso pone de manifiesto la falta de respuesta ante situaciones de maltrato animal. Mientras Draco espera ser rescatado, los vecinos continúan luchando por su vida y bienestar.
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